lunes, 5 de enero de 2009

Raúl Heraud, Vida y Poesía: Respuesta para Cuatro


Raúl Heraud Alcázar (Lima, 1970). Licenciado en Psicología, poeta, Premio “Hermandad Latinoamericana”, otorgado por la editorial Creadores Argentinos – Buenos Aires Argentina – a su reciente Poemario El arte de la destrucción (2006). Ha publicado los poemarios Hecho de barro (2001) y Respuesta para tres o cuatro (2002) bajo el fondo editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, ha sido incluido en antologías sobre Poesía peruana como El ojo de la aguja (U.I.G.V.2003), Ríos viejos voces nuevas (Casa del poeta peruano 2004), Cuentos Reales (U.I.G.V. 2005), Manual de Literatura Peruana (Afa Editores 2008).

Parte de su trabajo poético se encuentran en revistas de la capital y de diversos países como: Olandina, La Tortuga Ecuestre, Educarte, Diario 21, Diario El Peruano, Sol de Ciegos (U.N.E.), La Avispa (Mar del Plata – Argentina), Pléyade (México), Vulture Magazín Cultural de España, entre otras.

Poemas suyos fueron traducidos al catalán, italiano y portugués.

Ha participado en festivales de poesía tanto en Perú como en España, Argentina y Cuba.

Poemas suyos han sido musicalizados por el canta autor peruano Carlos Alberto Cárdenas.

Su cuarto poemario titulado Teatro de la crueldad será presentado en la Feria internacional de La Habana (Cuba) en el mes de febrero de 2009.

Sobre la poesía de Raúl Heraud escritores peruanos dijeron lo siguiente:

“Raúl Heraud es un poeta metido en la tormenta, su obra no nos trae la paz del éxtasis místico o estético sino la dolorosa confrontación crítica con el lenguaje y con el mundo…”
Eduardo González Viaña (Escritor y Catedrático radicado en Salem Oregon, EE.UU. ha obtenido innumerables reconocimientos por sus obras, como el Premio Latino de Literatura 2001 y el Premio Internacional de Cuento 'Juan Rulfo').

“…La visión de un perseguido o del que se auto exilia huyendo de los fantasmas devorantes, aislado del vicio, lector de poetas del dadaísmo, alejado del suicidio, solo y huyendo de la depresión, es capaz de contarnos escenas dramáticas como las que Heraud desde su propia transmutación se describe, desde luego, desde la paranoia humana..”
Cesar Toro Montalvo (Poeta y Catedrático peruano, autor de “Historia de la Literatura Peruana”).

“…Con una explosiva carga emotiva y una certeza inconfundible, Heraud, nos muestra pues, este “arte de las insanías”, no sólo para disfrutar de su intensa ironía o perversidad, sino para realmente enfrentarnos ante ese espectro que es la nada que ronda en nuestra sombra haciendo una espera interminable; a ese humano que somos: Dolido, indefinido, un ser herido por sus propios ojos, su propia libertad que zozobra en lamentaciones, en tentativas fracasadas…”
Paolo Astorga (poeta peruano).

A manera de explicación

Escribo como escape, para que los momentos de despersonalización cesen, para que el que vive del otro lado del espejo deje de ser, como dice Vallejo, el original, el autentico, Artaud lo comprendió antes de ingresar al manicomio de Rodez, antes que él Góngora en su universo barroco entendió que el ser humano se volvía cada vez más perverso.

Construyo el poema como cuando en un laboratorio se disecciona un sapo, tengo una fuerte predilección por las vísceras, ahí radica la fuerza animal, el instinto, la contradicción humana del eros y tanatos, Freud hablaba de la maldad innata del hombre, Watson hablando del condicionamiento decía que podía convertir a un ser humano en lo que él quisiera; Albert Ellis decía por cierto que somos por naturaleza una raza autodestructiva; pequeñas criaturas tras la mascara viviendo la alegoría fugaz de la vida.

El poema persiste en mí, a pesar de mi pesimismo misántropo, a pesar de que he perdido la fe, persiste, una y otra vez, a pesar de todo, se muestra como un tótem, como el dios que niego cada mañana después de ver la barbarie en la televisión, ahí está, muerte tras muerte, desnudo, ultimando mi cadáver.



De: Hecho de barro – 2001

Hecho de Barro

Todo esto que escribo ya no es mío,
nunca lo fue,
he muerto seguramente después de haber
sido un viejo transeúnte,
un maniático comprador de libros,
a mi velorio quizá asistan mis amigos,
les ruego no vistan trajes oscuros ni
lleven corbatas,
no traigan flores, menos palabras de pesar,
ni se les ocurra escribirme poemas póstumos,
les prohíbo visitar mi tumba
sobre todo los domingos de fiesta,
no intenten limpiarla, tampoco
santiguarse o rezar por mi atribulado espíritu,
sólo déjenme descansar esta noche
que ya tuve bastante con la vida…


De: Respuesta para tres o cuatro - 2002

Edípico

Al final del pasillo y en mi revolver
hay un segundo de hombre
que no puedo soportar,
salgo cojeando de mi hembra
que viene de perderse de su hembra,
me santiguo, maldigo mi pantalón
y al hombre que se santigua conmigo,
mi pantalón no es otra cosa que mi mujer,
ella se parece tanto a mi madre,
ella es mi madre,
tiene una esquina llorada
yo la lloro aquillá,
debo matarla pero no,
a mi madre no le duele la muerte
le duelen los años,
nunca quiso vivir a los cuarentaicinco
nunca quiso morir a los cuarentaicinco
pero ella se le parece tanto y yo
ya no soy el niño de su vientre
ni siquiera el hombre
que tiene ahora entre sus piernas
pero ella se le parece tanto…
soy al final del pasillo
insufrible masa
arrojada y esquizoide…
carroña de alguna creación impura.


De: El arte de la destrucción – 2006

El evangelio según el diablo

Pequeño Dios
cuando abandones tu sagrada indiferencia
y dejes la cerradura abierta
para que camellos y locos
sean tan libres como el asesino
de niños
cuando no reclames
tristes almas en las puertas del infierno
y tus ángeles afeminados
vengan a vivir a este enorme panteón
donde ya nadie te nombra
cuando recorras cada pozo de huesos
cada mierdero con sus despojos humanos
comprenderás que no se trata de amor
ni de juicio final
sólo que aquí huele a muerte
permanentemente.


De: Teatro de la crueldad – 2009

El vuelo de Ícaro

Dédalo no volvió a alzar vuelo
aunque el arte de fungir inmortalidad
lo haya llevado a extremos inimaginables

el fin de las utopías
la caída de Dios….

qué esconde la dualidad del mundo
qué los infinitos laberintos
detrás de los espejos….

a un segundo del vuelo
la quietud es paranoide
todo sentido real se quiebra
vidas sucesivas y maníacas
construyen mundos irrepetibles
generando infinitas formas de terror

efímera y frágil es la condición humana
compulsivo y salvaje todo cuanto es
y existe….

Ícaro
no hay escapatoria real
cuando el cepo es la mente.

No hay comentarios: