domingo, 31 de enero de 2010

Entrevista a Rodolfo Ybarra

Por: Rómulo Meléndez

En mi búsqueda habitual de escritores periféricos, en la internet tropecé (con satisfacción), con
RODOLFO YBARRA, eminente escritor y personalidad de los oscuros pasillos de la escena literaria de Lima.

RODOLFO YBARRA (Lima-Perú), ha estudiado matemática pura, física, electrónica y comunicaciones.

Ha publicado los siguientes libros:

La Túnika de Ankou Edición de autor. (1989)
Sinfonía del Kaos Ediciones Humo Bajo el Agua. (1993)
Vómitos Editorial Mantaro (1998)
Por la Boca, Muertos Editorial Duodeno (2002)
Ruptura de Heje Editorial Caparazón (2006)
Carne Humana Editorial VL (2006)
Construcción del Minotauro E. Z. (2006)
Discursos Contra La Bestia Tricéfala Editorial Hipocampo (2009), en coautoría con Rafael Inocente y Arturo Delgado Galimberti.

En el plano teórico ha publicado un panfleto de agitación y propaganda titulado “Las Armas del Escritor” de más de dos mil páginas, y del cual ha salido el primer tomo (primer atentado).

En video ha registrado “La Decadencia de Lima” (1998) 1 h. 45``, y los videoarte “Omnívoro”, “Retrovisor”, etc.

En música, aparte de haber compuesto más de 100 temas musicales y 3 óperas, ha participado -desde inicios de los noventas- en la campaña sonora de “Terror Musical” con la banda “Distorsión Acida” y apoyado a otras como “Melchor Malo”, “África Caníbal” “Acido” “Plátano Contaminado”, etc.

Ha dirigido también un programa de televisión cuasi clandestino en canal 27 UHF bajo el nombre “De-generación”, programa político-cultural que se emitía los sábados de 1997 y 1998 y que acabó por culpa del déspota, tirano y execrable Fujimori, quien secuestró ilegalmente la antena de Chorrillos.

En radio coprodujo “Nuestra Época” que se emitió por Radio Santa RosaHa editado la revista “Vía Expresa”, “El Moscón Rojo”, y el fanzine “Ácido” corrosivo literario, producido en tándem con el inefable Carlos Rengifo.

Como diseñador vintage ha intervenido trajes de Giorgio Armani, recibiendo la aprobación de varias revistas de moda-arte entre las que se encuentran la revista “Facto” editada por la Agencia Española de Cooperación Internacional. "El Comercio" en su revista “Somos” le dedicó 5 páginas. El diario económico “Gestión” reconoció su talento; asimismo, la onegé “Mujer y Sociedad” lo invitó en el 2007 a dar una conferencia en su salón institucional a más de doscientos miembros importantes de las pymes en Lima.

La falta de acceso a las editoriales lo ha obligado a participar en oscuros concursos literarios, habiendo ganado algunos y perdido en otros. Ha sido 3 veces finalista (con otros tantos libros) en el Premio Copé de Poesía y finalista (segundo puesto) en el Premio “José Watanabe” del Peruano-Japonés 2007. Ha ganado el Premio Nacional de Poesía 500 vl organizado por la municipalidad de Lima con el libro “Carne Humana”.

Ha dado cientos de recitales en universidades públicas y privadas, en institutos, casas culturales, sindicatos y pueblos jóvenes, así como también en instituciones penitenciarias, como en el penal de máxima seguridad “Castro Castro”, en los que ha colaborado en talleres artístico-literarios y polémicas internas.

Ha dictado y organizado las conferencias “Una Teoría Para La Contracultura” (2004) en el Instituto Peruano-Británico de Miraflores.

En el campo tecnológico-científico ha mejorado la Eolípila de Herón constituyéndola en una máquina compleja que podría ayudar a producir electricidad a bajo precio; así también ha diseñado su propia “Máquina del Orgón” en base a los estudios inconclusos de Wilhen Reich, y que podría detener y curar el cáncer.

Sus textos se encuentran desperdigados en un sinnúmero de antologías y muestras entre las que están “La generación de los noventa” editada por la Biblioteca Nacional, “Antología Premio Copé” Ediciones Petroperú, “Revista Aedosmil”, “Revista Homúnculos”, “Encuentro de escritores nuevos” Universidad Científica del Sur, “Antología poética 51 poetas”, “Revista Camión de Ruta”, “Revista K’ollana”, “Polis Lima” de Editorial Zeta, “Abofeteando un cadáver” etc.

En la web circulan decenas de páginas, blogs y colaboraciones, en su mayoría, no autorizadas por el autor.

Su obra ha cruzado el pacífico y ha sido invitado como miembro de número por el Instituto Patafísico de Francia. Parte de su obra se encuentra traducida al inglés, alemán y al chino mandarín. En la actualidad dirige un blog de letras, contracultura y política: http://www.rodolfoybarra.blogspot.com

¿Qué significa para ti escribir?
He respondido innumerables veces esta pregunta. También, en noches de soledad y reflexión, me he planteado la interrogante y he respondido siempre de diversas formas; esta vez no será la excepción: y es que escribir tiene algo de mágico, de repente se nos presenta la oportunidad de ser dioses, de inventar universos, crear seres, darle vida a objetos o animales, o simplemente hacerlos parte de nosotros (como el perro en Niebla de Unamuno, como a los gatos de Baudelaire) e ir encontrando la fórmula de no morir, de ser eternos, de “permanecer” en lo que llamamos tiempo (aunque Sthendal decía que “el tiempo no pasa, los que pasamos somos nosotros”). Pienso que todo aquel que escribe lo que busca en el fondo es la eternidad, dejar una voz para la posteridad, prolongarse más allá de lo físico, transgredirlo, diferenciarse de lo finito; o, aunque sea, intentarlo.

¿Tienes un ritmo específico?
Escribo todo el día, por ello, no tengo horarios. El ritmo puede variar, hay días que escribo sin parar, acumulo carillas de carillas, obviamente no todo es rescatable he llegado al nivel de la egolatría/humildad para darme cuenta cuándo un texto sólo sirve para dejarse en cajones para el olvido o el deleite de las polillas. Otros días sólo me dedico a la lectura, a la recopilación de información o a ir al cine, al teatro, a ver exposiciones de pintura, etc., claro, todo en mi vida es en función literaria, no podría ir al cine a ver alguna película que no tenga ninguna vinculación con la escritura y esto no sólo se da en la temática, sino también en los guiones y en lo que llaman “la narratividad” visual, etc.

¿Vives de la escritura?
En el Perú pocos son los que viven de la escritura, yo no soy la excepción: no vivo de la escritura, vivo para la escritura; felizmente tengo algunos negocios que me permiten escribir. Irónicamente, la forma de ganarme el sustento diario es lo más alejado de la literatura, motivo por el cual trato de hablar poco de mi trabajo remunerativo, crematísticamente hablando, porque mi verdadero trabajo, la escritura, me paga bien (nada en metálico) y es mi impulso de vida.

¿Existe una entidad que apoya a los escritores peruanos?
En el Perú no existe nada ni nadie que apoye a los escritores (discúlpenme la sinceridad). Las pocas instituciones que dicen hacer algo por los escritores son organizaciones anárquicas que hacen algún trabajo, pero pensando en sí mismos (con las disculpas de algunas). Sobre la supuesta “Casa de Literatura” creada por el gobierno aprista, prefiero no decir nada. Sobre la mayoría de premios literarios, están hechos para generar prestigio a las instituciones convocantes, no hay una real apuesta por el escritor. El único que apoya al escritor es el mismo escritor, así de crudo.

¿Que pasos se necesitan para que uno (escritor) pueda ser publicado por una editorial?
El primer paso es juntar el costo de la publicación, el segundo paso es encontrar a una editorial seria (o sea que cumpla con la edición). El tercer paso es correr el riesgo. No está demás apuntar que el primerísimo paso es escribir el libro, construir el texto.

¿Dónde se puede comprar tus libros?
Hay un par de libros míos que se venden por internet (Discursos Contra La Bestia Tricéfala, libro en conjunto con Rafael Inocente y Arturo Delgado Galimberti, se puede encontrar en libros
peruanos.com). En general mis libros se encuentran en el jirón Quilca, hay varios libreros que tienen mis textos.

Últimamente mis libros se están vendiendo en las librerías comerciales. No sé si tomar esto como algún logro o como un fracaso del circuito alternativo.

¿Puedes darnos una idea de la movida cultural en el Perú?
Como dije líneas arriba, en este país no hay apoyo a la cultura; entonces, las movidas culturales son anárquicas. Los escritores, poetas, narradores, etc., así como los pintores, dramaturgos, músicos, etc., se unen por afinidad, muchos de ellos aplican la conveniencia y trabajan de forma cooperativa, hacen eventos, recitales, vernisagges, exposiciones, etc., todo, digamos, de forma natural, aunque ya sabemos que lo natural siempre termina siendo lo menos natural (me estoy refiriendo a las peleas y a la necesidad ganarse una tribuna aunque no haya talento alguno). El problema está en que los que tienen recursos son los que van a editar libros, los que van a exponer en galerías de arte reconocidas, los que van a ser consignados en los periódicos. De esta forma se va estableciendo un posible canon que no corresponde a la realidad y que sólo representa a un sector de los artistas. Los casos más dramáticos los puedes apreciar a nivel musical donde los grupos de rock de extracción popular tocan en chinganas y lugares de mala muerte con equipos musicales que dejan mucho que desear (y no sólo estoy hablando de los grupos de rock subtes o con tendencias punk o hardcorianos), mientras los grupos de rock digerible, alienados con las tendencias de Mtv, auspiciados por los mass mediasburgueses, prácticamente son los que acaparan todo tipo de publicidad y los que se llevan los créditos. Lo mismo pasa con la poesía donde los grupos generalmente esconden la mediocridad de la mayoría insistiendo en la creatividad y el talento de algunos.

¿Que pregunta te hubiese gustado contestar?
(¿Por qué un avión de la fuerza aérea peruana tardó menos de 24 horas en llegar a Haití, y por qué no pasó lo mismo con Pisco?
¿Por qué los escritores tienen que corretear a los escritores y por qué no es al revés? ¿Por qué el escritor (peruano) no puede contar con seguro social?). Dejo estas preguntas entre paréntesis porque las respuestas se la deberíamos exigir a las autoridades. Al final resultaron más preguntas.

En tu blog aparece un enlace a CANAL CERO ¿Puedes contar de que se trata ésto?
CANAL CERO es un proyecto conjunto con Julio Gómez de TvBruto. Aunque el proyecto todavía está en stand by lo que queremos hacer es que se convierta en un canal de televisión alternativo, con una programación regular y con contenidos alternativos y culturales. No está demás apuntar que esto nace en contraposición a la hez visual a que nos tienen acostumbrados; y ya que las leyes licencian esta aberración es necesario ir gestando un mundo (televisivo) paralelo. Los poderosos que se queden con su hez, nosotros nos negamos a beber de ese molino. Algún día se les apagará el televisor".

SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D. M. 2010.

sábado, 30 de enero de 2010

Adiós J.D. Salinger. Muerte de un cazador oculto

Una de las pocas imágenes de Salinger, al salir de
un supermercado, intentando agredir al fotógrafo.
Foto: Archivo / LA NACION

Este miércoles, al otro lado del muro que lo separaba del resto del mundo desde hace ya más de medio siglo, murió J.D. Salinger. El autor de El guardián en el centeno (conocida en la Argentina como El cazador oculto), un ermitaño que había construido su leyenda con un puñado de obras maestras seguidas (y coronadas) por su decisión de no publicar más y escribir sólo "para sí mismo y para su propio placer", murió a los 91 años en su casa de Cornish, un pueblo de New Hampshire. Adiós a un creador legendario:

“Aunque se había roto la cadera en mayo, su salud había sido excelente hasta que tuvo una decaída repentina después de fin de año", informaron los representantes del escritor.

Jerome David Salinger nació el 1° de enero de 1919 en Manhattan. Su vida y obra lo convirtieron en el otro gran mito de la literatura estadounidense del siglo XX. Si Ernest Hemingway, al que conoció durante la Segunda Guerra Mundial, fue el dios turista y omnipresente al que las cámaras captaban de safari por Africa, tomando mojitos en La Habana o como reportero en el frente norte de la Guerra Civil Española, Salinger eligió la ruta Zen: desapareció por completo tras publicar una novela, dos volúmenes de cuentos y otros tantos relatos sueltos.

Nada se sabe ­más allá de algunos rumores­ de su obra posterior a 1965. Ese año publicó en la revista New Yorker un largo relato titulado "Happworth 16, 1924" y le dijo adiós a la imprenta. Hasta hace algunos años, cuando un fotógrafo lo descubrió a la salida de un supermercado, tampoco había fotografías suyas posteriores a esa época. "Hay una alegría maravillosa en no publicar. Es pacífico. Tranquilo. Publicar es una invasión terrible a mi privacidad", comentó en una breve entrevista que le concedió a The New York Times en 1974.

La punta del iceberg de lo que muchos creen es una obra monumental (sus biógrafos cuentan que siguió escribiendo casi doce horas diarias, una de sus amantes habló de varias novelas terminadas y su hija de al menos dos libros guardados en una caja fuerte) son la novela El guardián en el centeno (1951), los Nueve cuentos (1953), el par de nouvelles que integran Franny y Zooey (1961) y los relatos de Levantad carpinteros la viga maestra (1963), los únicos cuatro libros que publicó en vida. En los años posteriores también se negó a reeditar o ceder derechos de traducción de los relatos que había ido publicado hasta entonces en varias revistas estadounidenses.

Si hubiera que reducirla a un tema central, la gran obsesión de Salinger fue la fractura entre el mundo de la infancia y el de la vida adulta, con especial atención a esa etapa mutante (y emblemática del siglo XX) que viene a ser la adolescencia. De alguna manera, la tarea titánica que se impuso fue darle contenido al mito alegre, pero con fondo trágico, que inauguró a principios de siglo el Peter Pan de J.M. Barrie.

Salinger, al que de niño llamaban "Sonny", empezó a escribir cuentos a los quince años, cuando estudiaba en la academia militar Valley Forge, en Pennsylvania, la institución que le dio el único diploma que recibió en su vida.

Luego ingresaría a la Universidad de Columbia, donde cursó algunos talleres literarios antes de abandonar. En 1944, Salinger, que ya ha publicado algunos cuentos en revistas como Story, integra la cuarta división de la infantería del ejército estadounidense. El 6 de junio de ese año, apenas cinco horas después del histórico desembarco, él también toca la arena de las playas de Normandía. Su trabajo era entrevistar a los prisioneros alemanes y franceses y tratar de descubrir si eran agentes de la Gestapo. Salinger continuó con las tropas a lo largo del avance sobre Alemania y, según su hija, incluso estuvo entre los primeros soldados estadounidenses en llegar a los campos de exterminio nazi.

Cuando regresa a Estados Unidos en 1946, tras una breve hospitalización y un igualmente breve matrimonio con una europea, Salinger ya trabaja en El guardián en el centeno. El título hace referencia al sueño recurrente de su joven protagonista: mientras un grupo de chicos juegan y corretean en un campo sembrado de centeno que los cubre completamente, él se imagina como un guardián que evita que caigan al acantilado vecino y los devuelve a su juego.

La novela protagonizada y narrada por Holden Caulfield, un adolescente insatisfecho e irónico que ve al mundo adulto como el terreno de la impostura, se publica en 1951. Ve la luz en la editorial Little, Brown, después de que el New Yorker se negara a publicar un fragmento y la editorial Harcourt Brace la rechazara. El libro, que al día de hoy lleva vendidos más de sesenta millones de ejemplares y está en el plan de lectura de todos los colegios estadounidenses, es un best-séller inmediato. A mediados de los cincuenta, con movimientos que salen a denunciar la alienación y el conformismo de la época, Caulfield es adoptado como un referente contracultural.

Aunque hay algunas excepciones, el grueso de la obra posterior gira en torno a la saga de los Glass, siete hermanos ­todos niños prodigios­ que alguna vez aparecieron en el programa radial "Es un niño sabio". Dos años después de El guardián..., Salinger publica "Un día perfecto para el pez banana" (más tarde incluido en Nueve cuentos), donde presenta y cuenta el misterioso suicidio de Seymour Glass, el mayor de los hermanos.

Con ese punto como centro, los relatos que protagonizan el resto de los hermanos, en buena parte aumentan el misterio de esa figura que para ellos era una suerte de santo, o sabio Zen. "Levantad carpinteros la viga maestra" (publicado originalmente en el New Yorker, en 1955), "Seymour. Una presentación" o su último cuento publicado, "Hapworth 16, 1924" (1965), son algunos ejemplos.

A partir de 1965, los cuentos que llegaban desde el lado de adentro de su refugio (adonde se había retirado en 1953) se detienen. Sus signos vitales hacia el exterior estarán marcadas por los juicios que les inicia a las editoriales que publican sin autorización su obra. En 2009, incluso le ganó un juicio por plagio a un escritor estadounidense, que firmaba como J.D. California, una continuación de la historia de Holden Caulfield. También hubo, claro, demandas contra sus biógrafos. La más resonante de ellas fue la que en 1984 le inició al crítico literario Ian Hamilton, que estaba escribiendo su biografía. Salinger logró que la justicia le impidiera citar o parafrasear una serie de cartas que él no quería publicar. Curiosamente, muchas de ellas trascienderon gracias a la transcripciones escritas del juicio, un giro irónico para este guardián de su intimidad”.

Aunque no sabemos si hay o no otros libros inéditos (esperemos que sí), vale recordar a Salinger leyendo las obras que sí quiso publicar. Gracias a Gustavo Faverón, que ha posteado en su blog la última ficción que Salinger publicó, podemos leer un poco más del genio de aquél guardian:
Hapworth 16, 1924 .

En estos links podemos leer dos de sus cuentos:
Un día perfecto para el pez plátano / Justo antes de la guerra con los esquimales.

Por su parte, Iván Thays postea en su blog una relación de artículos a propósito de la lamentable noticia del fallecimiento de Salinger.


Tomado de Purgatóricas.

Entrevista a Raúl Heraud. Por César Pineda Quilca

Raúl Heraud y el autor de esta nota

“Siento la necesidad de escribir sobre aspectos que humanizan y deshumanizan al hombre…, no sólo desde una visión catastrófica, sino más bien siendo testigo del caos y la enajenación que encontramos a diario en la calle…, sobre esas tristezas, sobre esos miedos con los que convivimos cada uno de nosotros”.

Por: César Pineda Quilca
Para “Cantuta Blues”

Raúl ¿Desde qué edad empiezas a escribir, intensamente?
No recuerdo cuándo empecé a escribir intensamente, pero creo que antes de los 18 años escribía historietas, poemas, cuentos, canciones. Era una época de descubrimiento, de experiencias que comenzaban a marcar mi vida. En esa época viajé a Brasil, viví cerca de un año ahí, la bossa-nova fue mi primera experiencia, mi primera relación carnal con la poesía, Vinicius de Moraes, Drummond de Andrade me influenciaron en la década de los ochenta, claro, antes lo hicieron Vallejo, Scorza, Machado, Salinas y los franceses.

Una característica en tu poesía es el tema de la muerte ¿Por qué escribir desde esa óptica?
Recuerdo que de niño tuve una experiencia directa con la muerte, eso marcó mi mundo infantil, conocí la fragilidad humana mucho antes que otras personas, eso hizo a mi parecer que a partir de ese momento viera la muerte caminando en la misma acera conmigo, después el tema de la muerte en mi adolescencia comenzó como una especie de reclamo a la vida, por su fugacidad, por su azarocidad, con el transcurrir del tiempo la temática encontró otros frentes en la filosofía, la religión, la historia, la psicología, etc.

El tema de la muerte es algo que, en particular, Occidente no ha podido resolver de forma conciliadora, yo mismo no lo he podido resolver, por eso, trato de dejar huellas, pistas, acertijos como una forma de liberación, de aceptación definitiva, como diría Robles Godoy: "tratar de hacerme amigo de mi propia muerte".

Noto en tu poesía la presencia de una fuerte carga filosófica. Por ejemplo, hay una constante exploración a la vida, también un duro tránsito de estar caminando cada vez más ante la multitud de nuestro dolor ¿Cómo haces para convivir, exageradamente, con tantos fantasmas interiores?
He sido siempre una persona espiritual, no religiosa, he tratado durante muchos años de mi vida de encontrar respuestas a mis preguntas, sin embargo, siento que con el pasar de los años tengo más dudas que certezas, es algo que me ha costado asimilar, entender, aceptar, hablo de esto en mis textos, no sólo de lo que me pasa a mí como ser humano, sino también lo que entiendo le pasa al común de la gente, yo lo he visto como psicólogo, está ahí, todo ese dolor a veces dormido, pero cuando despierta es muy difícil de manejar.

Hace mucho tiempo atrás estudiaste en la universidad Inca Garcilaso de la Vega ¿Qué recuerdos tienes tú de ella? ¿Qué grupos literarios existían en ese entonces y quiénes promovían la movida cultural en ese momento?
Yo estudié en la facultad de psicología en la década de los 90, allí existía poca movida cultural, algunos compañeros y yo creamos un taller de poesía donde la pasamos genial, eran conversaciones y lecturas que hacíamos cuando terminábamos las clases, sacamos una pequeña revista, hicimos una que otra presentación en público pero duró poco, fue así que conocí a otros poetas garcilasinos de otras facultades, ellos ya habían egresado, pero se interesaron por nuestro taller. Jorge Ita Gómez fue uno de los poetas que estuvo cerca nuestro apoyándonos y asistiendo cada vez que lo invitábamos.

Tú eres psicólogo, no es así ¿De qué manera la psicología te ha servido para crear tus poemas? ¿Hay alguna correspondencia entre tu profesión y la creación poética?
La psicología es un arte como la poesía, la palabra es su herramienta principal, el descubrimiento de hombres vinculados a este campo como Pearls, Freud, Rogers, Ellis, Fromm, entre otros, aportaron en gran medida a cimentar mi filosofía humanizadora, a observar desde dentro de la persona, creo que en esa medida ha hecho más rica mi concepción de la vida y ha nutrido tremendamente mi universo poético.

Eduardo González Viaña refiriéndose a dos de tus poemarios anteriores “"Hecho de Barro" y "Respuesta para tres o cuatro" sostiene que tú eres un poeta metido en la tormenta ¿Qué piensas tú al respecto?
Siento la necesidad de escribir sobre aspectos que humanizan y deshumanizan al hombre, la violencia psicosocial en la que estamos inmersos, las guerras diarias que el ser humano pelea en su cotidianidad, no sólo desde una visión catastrófica, sino más bien siendo testigo del caos y la enajenación que encontramos a diario en la calle, no es necesario ir a un hospital psiquiátrico para encontrar personas que cargan a cuestas sus fantasmas, escribo sobre esas tristezas, sobre esos miedos con los que convivimos cada uno de nosotros.

No hace muchos años, radicaste en España por cuestiones de estudio. Tengo entendido que la revista “Vulture” sacó una edición con un número completo de tu poesía ¿Cómo se produjo esta publicación? ¿Cuánta diferencia existe en publicar un libro por aquí y por allá?
Estuve hace algunos años estudiando en la universidad de Alicante, por casualidades de la vida llegó a mis manos una de estas revistas literarias que se editan allá con un tiraje de 25 mil ejemplares, me llamó la atención el hecho de que se distribuyeran gratuitamente en las universidades, bares, centros culturales, incluso en otras ciudades como Valencia, Murcia, Barcelona. Me pareció una oportunidad propicia para llegar al lector español, así que me comuniqué con ellos y tuvieron a bien publicarme.

En España encuentras una editorial en cada esquina, hay lectores para todos los gustos, se lee muchísimo, más que acá, eso no es una revelación, el simple hecho de publicar en “Vulture” me acercó a gente de estos lugares, he recibido cartas de gente que había leído mis poemas en un bar en Alicante o en una universidad en Valencia, eso es tremendo.


¿Cómo surge “El Arte de la Destrucción”? ¿Cuáles fueron los leiv motiv de este poemario? ¿Y qué tanta destrucción hay en ese mundo (in)humano que tú describes en tu poetizar?
“El Arte de la Destrucción” se escribió en una etapa de mi vida donde sucedieron muchas cosas duras, andaba mal económicamente, no tenía trabajo, entré en un estado de desesperanza total, creo que me volví dipsómano, jajaja, literalmente me autodestruí, el único refugio era la poesía.

El poeta Paolo Astorga en una reseña que hace de tu libro “EADLD” sostiene que tu poemario en mención “nos avienta desde sus primeros versos a un infierno sin idea de retorno”, mientras que el historiador literario y también vate peruano César Toro Montalvo manifiesta que tú eres “un poeta orfebre de la deshumanización del hombre, sartreano y un defensor de la vida” ¿Qué tanto de cierto encuentras en todo esto?
Soy sartreano y amante de la filosofía de Krishnamurti, shakespeareano desde y hasta Hamlet, nauseabundo como Leopoldo María Panero, no creo en la humanidad, pero abrigo esperanzas como LinYu Tang; creo en Dios, pero no en la iglesia católica, desde ese cúmulo de contradicciones se ha cimentado no solo mi poesía, sino más bien mi vida.

El año pasado fuiste al Festival de Poesía de la Habana donde participaron numerosos poetas del mundo ¿Qué tan agradable resultó esa experiencia y qué otros escritores peruanos estuvieron por ahí, compartiendo su “ars poética”?
Asistir a un festival poético internacional siempre es una experiencia mágica, en este caso la experiencia en Cuba fue única, el público es diferente, se involucra muchísimo con el poeta, es muy sensible, además el pueblo cubano es muy amical, completamente entregado, hice muchos amigos allá no sólo poetas, sino también estudiantes, músicos, en fin, fue creo la mejor experiencia internacional que he tenido; de los peruanos que asistieron estuvieron Césitar Toro Montalvo, Winston Orrillo. Con ellos compartí algunas mesas de lectura. Fue para mí, aparte de un honor, una experiencia inolvidable.

No quiero equivocarme, pero ¿Cuánto de autobiográfico hay en tu poesía?
Hace poco conversábamos de ese tema, no soy un autor autobiográfico, algunos de mis poemarios tienen una carga personal, íntima, pero no todo mi trabajo, por ejemplo, mi nuevo poemario “Teatro de la Crueldad” está dedicado a pacientes y amigos, escrito por y para ellos.

¿Qué significa, para ti, ser poeta en el Perú?
Para mí ser poeta además de serlo en el Perú, creo que involucra muchas cosas, es muy difícil cuando no encuentras un público lector ávido que se interese no por tu trabajo, sino por el trabajo poético en general, vivimos en una sociedad donde la poesía no tiene lugar, los educadores quizá tengan mucha culpa en esto, los políticos sobre todo, siento que no se le da la trascendencia social y humana que tiene el decir poético, su palabra es arma de cambio, sin embargo, cada día se lee menos poesía, se compra menos poesía.

¿Qué escritores han influenciado más en tu creación? ¿Te sientes deudor de alguno(s) en especial?
Indudablemente que muchos poetas, Cesar Vallejo fue sin temor a equivocarme la principal influencia, sobre todo el Vallejo de “Poemas Humanos”, Manuel Scorza, Eielson, Ojeda, Verástegui son algunos de los poetas a los que admiro mucho y que también influenciaron en mi creación, de los extranjeros los malditos Rimbaud, Baudelaire, la claridad de Eliseo Diego, y el maestro Antonio Machado.

Me siento deudor de muchos poetas que han estado conmigo en los comienzos, Jorge Ita Gómez, Miguel Ángel Guzmán, Antonio Sarmiento, César Toro Montalvo, Winston Orrillo. Agradezco la amistad y el apoyo de los antes mencionados.

¿Cómo ves el rumbo de la actual literatura peruana y qué autores de los nuevos te seducen un poco más de lo normal?
Yo creo que la poesía actual está viva, los jóvenes están escribiendo y publicando revistas y plaquetas como nunca, conozco grupos que hacen cosas interesantes en universidades, en Lima y provincias, sin embargo, siento que la poesía no tiene un gran público lector. Enrique Verástegui decía hace poco que mientras los políticos no entiendan que el decir poético es importante y necesario para el pueblo la poesía está condenada a volverse sectaria, si es que ya no lo es.

De los jóvenes, sin duda, Paolo Astorga ha demostrado gran madurez en su trabajo como escritor, su temática es actual y su decir revelador cargado de una gran fuerza poética.


¿Qué opinión tienes de la crítica? ¿Te llevas bien? ¿Realmente crees que está cumpliendo con su papel o su deber?
Realmente no creo que haya un trabajo crítico literario en Perú, ya que nadie se da tiempo para leer en este caso poetas actuales y hacer una crítica a la altura que merece cada trabajo. Este último año he sido testigo de una gran aparición de poetas jóvenes y algunos no tan jóvenes, sin embargo, no encontramos por ningún medio de comunicación nada que se parezca siquiera a un comentario, apenas una nota de tres renglones si tienes suerte anunciando alguna presentación y punto.

En la medida en que los poderosos le quiten páginas y titulares a lo farandulero, al sensacionalismo, a lo intrascendente como gran noticia y que se den cuenta que la poesía es necesaria porque integra, revela y dice, entonces habrá público, lectores, más casas editoriales que apuesten por la poesía y por supuesto más poetas.


Tú llevas varios años en este duro oficio de ser escritor ¿A qué se debe que tus libros no formen parte del exquisito plato de la crítica peruana, sabiendo que tú has sido premiado en Argentina con el premio “Hermandad Latinoamericana”? ¿Sientes que, de alguna forma, te han relegado, ninguneado o menospreciado?
Siento que no se dan los espacios a todos por igual, de todos modos sabemos que esto funciona en base a uno de los deportes de la sociedad peruana, el amiguismo, yo te invito y tú me invitas, yo hablo bien de ti y tú haces lo mismo, esa es la filosofía de muchos que están metidos en esto, sin embargo, yo no escribo para los críticos ni para medios.

Una pregunta que se hacen millones de lectores y que tú obligatoriamente tengas que responder en algún encuentro, es la siguiente, a sabienda de que los dos son poetas y familiares a la vez ¿Javier Heraud resulta ser un estigma a quién vencer? ¿Compartes tú esa apreciación?
De ninguna manera, yo creo que la trascendencia de Javier es inigualable debido a que él vivió un momento irrepetible en la historia de nuestro país. Yo no considero que sea un estigma, siento respeto por su obra. Aunque te aseguro que es un poco incómodo tener que responder a la pregunta si soy sobrino de Javier, la debo de haber respondido en mi vida unas 2 millones de veces.

¿Qué otros proyectos literarios tienes, muy aparte de tus poemarios? Cuéntanos.
Ahora mismo estoy trabajando con el músico Carlos Alberto Cárdenas la puesta en escena de un trabajo compartido basado en mi poemario “Teatro de la Crueldad”, que incluye video poemas y la musicalización por parte de Carlos Alberto de mis textos de manera especial usando elementos como el beat boxing y la música electrónica, intentamos que esto sea presentado a mi regreso de La Habana.

Hablemos ya un poco sobre tu último poemario “Teatro de la Crueldad” qué está en prensa. Primeramente ¿Por qué este título?, luego, ¿En qué editorial saldrá?
Es una alegoría sobre la condición humana, basada en que el hombre vive su humanidad en un inmenso teatro que es la vida y que todos los seres humanos somos personajes de esta universal puesta en escena. El título es en honor al maestro Antonin Artaud y saldrá por "AFA editores" que es una editorial peruana que apuesta por la poesía.

¿Por qué y para quién escribes?
Escribo porque es imprescindible y necesario hacerlo, escribo para mí primero que nada. Lógicamente sé que existe un público lector que puede gustar de tu trabajo, sin embargo, escribo sin pensar en agradar o desagradar al lector.

¿Qué libros estás leyendo últimamente?
Acabo de leer “El Pez Dorado” de Le Clezio, actualmente estoy leyendo una pieza teatral de Enrique Verástegui titulada “El exorcismo de Bellmer” que apareció en el noveno número de la Revista Hispanoamericana de Literatura de Toro Montalvo.

¿Qué comentario te generan los blogs literarios? ¿Cumplen algún cometido?
Los blogs literarios cumplen con la función de difundir básicamente a los nuevos escritores y las movidas culturales que están ocurriendo ahora mismo en cualquier lugar del planeta, son importantes en la medida de la llegada y difusión que cumplan para promover e incentivar la lectura y el interés por la literatura como ente vivo y activo.

Dos últimas preguntas para terminar...

¿Qué consejos les darías a los chicos que se sumergen al hermoso mundo de la poesía y la escritura?
Que si lo van a tomar de forma profesional busquen otra actividad de lucro, porque aquí todo es por amor.

¿Qué es lo más preciado que te ha dado la poesía?
Definitivamente los amigos, los manuscritos, libros, poemas y poetas que he conocido y leído con gozo y admiración, las enseñanzas que me han dejado cada una de estas cajas de Pandora y por supuesto la posibilidad de poder viajar y disfrutar de lugares y gente maravillosa en el mundo.

Gracias, Raúl, por permitirnos conocer más de tu vida y de tu poesía.

viernes, 29 de enero de 2010

Notas desabrochadas. Por el escritor venezolano Carlos Yusti

Premios y escritorzuelos

“Es muy probable que los premios literarios hayan sido creados por algún demiurgo sarcástico para subrayar la carcajada con que el tiempo se venga de las certidumbres”.
José Donoso.

Los premios literarios siempre han sido objeto de sospechas, envidias y sabotajes de todo tipo. A veces despiertan el odio o son pasto de una serie de requisitorias e ironías para banalizarlos y quitarles prestancia. En ocasiones se argumenta que tal o cual premio es político o responde a siniestros y conspirativos intereses.

En una oportunidad una amiga periodista presentó un libro del poeta Francisco Arévalo y sin aviesa intención expresó que el poeta tenía más premios ganados que libros publicados. Cuando esta amiga ganó el premio Monseñor Pellín de Periodismo le envié un correo electrónico felicitándola y de paso le aconsejé un buen ensalme porque un premio con nombre de cura tenía que ser pavoso. Como es lógico mi amiga se sintió ofendida y se molestó conmigo por un buen tiempo.

Cuando se empieza a escribir, los premios son una posibilidad de espantar aquella frase de Quevedo: “El que escribe para comer ni come ni escribe”. Roberto Bolaño, en un cuento, “Sensini”, relata las peripecias de un escritor dedicado a la caza de premios literarios. Sus recomendaciones son burdas y enmarañadas de trampas para hacerse con algún dinero. Así lo expone el narrador: “Insistía en que participara en el mayor número posible de premios, aunque sugería que como medida de precaución les cambiara el título a los cuentos si con uno solo, por ejemplo, acudía a tres concursos cuyos fallos coincidían por las mismas fechas. (...) Nadie se enteró de que Los gauchos y Sin remordimientos eran el mismo cuento con el título cambiado, aunque siempre existía el riesgo de coincidir en más de una liza con un mismo jurado, oficio singular que en España ejercían de forma contumaz una pléyade de escritores y poetas menores o autores laureados en anteriores fiestas. El mundo de la literatura es terrible, además de ridículo, decía. Y añadía que ni siquiera el repetido encuentro con un mismo jurado constituía de hecho un peligro, pues éstos generalmente no leían las obras presentadas o las leían por encima o las leían a medias”.

Ernest Hemingway siempre habló muy mal del premio Nobel, antes que se lo otorgaran. Decía que muchos escritores que lo obtuvieron se habían vuelto después en invisibles y algunos se habían convertido con el tiempo en clásicos enmohecidos que ya nadie leía, o lo peor, que un polvo atelarañado de olvido los cubría por completo.

A veces sucede que son los premios los que necesitan a determinado escritor para obtener categoría e importancia. A Camilo José Cela le dan el Premio Cervantes después de obtenido el Nobel. Por eso don Camilo en su discurso escribe: “Nunca se llega tarde a ningún sitio, jamás se nace ni se muere cinco minutos antes, y todos los puertos son seguros tan pronto como se rinde en ellos la más azarosa y difícil singladura. El tiempo lima las asperezas de la conciencia y amansa la voz del hombre si se acierta a ponerla a remojo en el benevolente rocío de la paciencia; aliado con el tiempo, al decir de Shakespeare, al miserable no le queda más medicina que la esperanza: ni siquiera la caridad ni el azar aunque quizá sí el amor y la fe, esas dos palancas que sólo los más clementes dioses enseñan a manejar a los elegidos”. Toda esta monserga no es más que el resentimiento enmascarado de Cela. El premio llegó tarde, pero el Cervantes necesitaba a Cela y como el tiempo todo lo ablanda el escritor no iba desentonar ni ser altisonante. Además él siempre estuvo detrás de la calderilla, si no recuerden aquel incidente de su novela La Catira y su coqueteo pesetero con Marcos Pérez Jiménez.

William Osuna obtuvo (2006-2007) el Premio Nacional de Literatura y en tal sentido dicha premiación ha sembrado el camino de migas críticas tanto a favor como en contra. En una entrevista publicada en la revista Poda, el poeta ataca y se defiende: “En cuanto al Premio Nacional de Literatura, me coloca frente al foco de los vigilados. Le cuento: en este momento, me suspendo encima de las aguas podridas de gente opaca, frustrada en argumentos y razones literarias que ocupan inventario propio de la necedad. No se toman un trago tranquilos. La designación, como usted dice, les cuelga como piedra de molino”. El poeta maldito, en el caso de Osuna de la mala calle, que viene siendo igual o casi, siempre resulta incómodo y concita los odios en muchos frentes. Lo que Osuna no parece tener claro es que el titulo de poeta maldito (o de la calle del medio) proporciona más perdurabilidad y cosa que un premio nacional. Además aquellos versos de Fernando Pessoa son paradigmáticos: “A eso van todos, porque nacieron para Eso, / Y sólo se llega al Eso para el que se nació... / A eso van todos... / Marinetti, académico... / Las Musas se vengaron con focos eléctricos, mi viejo...”.

Mi experiencia con los premios tampoco ha sido ni heroica ni edificante. El primer premio que gané fue por carambola. Luego de terminado mi tercer libro de ensayos, De ciertos peces voladores, me encuentro que el editor ha podado el libro, dejando algunos ensayos a la intemperie. Con casi 30 páginas sin saber qué hacer con ellas me entero de un concurso literario que se realiza en Maracay y cuyo premio en metálico era de 250 mil bolívares y la publicación de la obra ganadora. Agregué otros ensayos y completé alrededor de ochenta páginas, para ceñirme al número de cuartillas estipulado en las bases, y mandé el dichoso librito a concurso. Al mes me entero que obtuve el premio. El libro se publicó. Una licenciada en arte le hizo una crítica con muchas espinas y me acusaba de nostálgico, que no tenía en cuenta para nada la postmodernidad y cuestiones por el estilo sin saber, claro, las peripecias de un libro más bien accidental que pensado para obviar esa moda de lo postmoderno.

Lo peor es quizá lo que le sucedió al escritor Thomas Bernhard al recibir el Premio Grillparzer de la Academia de Ciencias en Viena. Todo fue de un boato agobiante y de almidonado protocolo, pero así lo cuenta en su libro Mis premios el escritor: “Creo que la Filarmónica tocó una pieza de Mozart. Luego se pronunciaron conferencias más largas o más breves sobre Grillparzer. Cuando la miré una vez, vi que la señora ministra Firnberg, así se llamaba, se había dormido, lo que tampoco se le había escapado al presidente Hunger, porque la ministra roncaba, aunque muy suavemente, roncaba, roncaba con el suave ronquido de los ministros, conocido en el mundo entero. Al cabo de un rato, la ministra miró a su alrededor y preguntó con voz de arrogancia y estupidez inimitables: Bueno, ¿dónde está el escritorzuelo? Yo estaba justo al lado de ella, pero no me atreví a darme a conocer”.

Hay una caricatura de Mario Vargas Llosa, que sigue recibiendo premios y reconocimientos, que ilustra un poco todo esto. Viene Vargas Llosa con una carretilla cargada de premios. García Márquez está sentado escribiendo. Vargas Llosa le dice al escritor colombiano: Le cambio todos estos premios por el Nobel. García Márquez no le presta atención y piensa: Ah, que muchacho este.

Uno termina por darle la razón al personaje de Bolaño cuando apunta que el mundo de la literatura (aparte de lo siniestro) es de un ridículo aparatoso. Además un premio no es garantía de nada. Un premio no te convierte en mejor o peor escritor y si ganas te alimenta en algo de confianza y si pierdes te conduce directo al insomnio, la depresión y la barra del bar más cercano. Aunque tengo amigos escritores que con el premio en el bolsillo también se van al bar para exorcizar cualquier mala influencia que todo premio al fin y al cabo tiene.

http://www.letralia.com

jueves, 28 de enero de 2010

XIX Aniversario de los Viernes Literarios. Participación de Marco Martos


VIERNES 29
Recital de Poesía édita e inédita del vate nacional Marco Martos

LUGAR: CASA MUSEO MARIÁTEGUI
Jr. Washington 1946 Lima – Perú

HORA: 7:00 p.m.

http://www.viernesliterarios.blogspot.com
viernesliterarios@hotmail.com

Cel.: 995280789

El Perú

No es este tu país
porque conozcas sus linderos,
ni por el idioma común,
ni por los nombres
de los muertos.

Es este tu país,
porque si tuvieras que hacerlo,
lo elegirías de nuevo
para construir aquí
todos tus sueños.


Marco Martos (Piura, Perú, 1942). Ha publicado los siguientes libros de poesía: "Casa nuestra", (1965) "Cuaderno de quejas y contentamientos" (1964), "Donde no se ama" ( 1974), "Carpe diem" (1979), "El silbo de los aires amorosos" (1981), "Cabellera de Berenice" (1990), traducido al francés con el nombre "Chevelure de Berenice" (1990), "Muestra de arte rupestre" (1990), "Leve reino", (1996), "El mar de las tinieblas" (1999), "Sílabas de la música" (2002), "Jaque perpetuo" (2003). Como narrador ha publicado "El monje de Praga" (2003). Poemas suyos han sido traducidos al francés, inglés, italiano, alemán y húngaro. En 1969 obtuvo el Premio Nacional de Poesía del Perú. Desde 1999 es miembro de la Academia Peruana de la Lengua.

miércoles, 27 de enero de 2010

Charles Bukowski: No es mi muerte lo que me preocupa...

La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia
puedes votar antes de obedecer las órdenes.


Charles Bukowski
(EEUU, 1920-1994)

Poeta y narrador estadounidense, creador de una literatura provocadora y sórdida, cargada de gran emoción y sentimientos. Nació en la ciudad alemana de Aldernach, pero a los dos años se trasladó con su familia a Los Ángeles, donde vivió toda su vida. Durante muchos años, y tras un breve paso por la universidad, se ganó la vida con trabajos manuales temporales, espaciados por los periodos de vacaciones que se tomaba cuando tenía suerte en las apuestas del hipódromo, afición que reflejó continuamente en su obra. Empezó a escribir cuentos muy joven pero, tras un primer relato publicado por una revista en 1944, abandonó la literatura por un espacio de diez años, en los que sentó los cimientos de su leyenda alcohólica. Sus primeras obras se publicaron en la década de 1960 en editoriales y revistas underground; a esta época pertenecen colecciones de poemas como Crucifijo en una mano muerta (1965) o la que para muchos es su mejor obra en verso, Los días pasan como caballos salvajes sobre las colinas (1969). La poesía de Bukowski, al que le gustaba vanagloriarse de haber escrito su primer poema con 35 años, está marcada por un realismo descarnado y lírico a un tiempo, explícito, tierno en ocasiones y brutal en otras, abundante en datos autobiográficos, personalísimo y pleno de humor ácido y desencantado. Nunca abandonó su producción en verso que, con los años, se fue haciendo más directa, más sobria, como en El amor es un perro del infierno (1974) o La última noche de la tierra (1992). Bukowski escribió más de treinta poemarios, que le han acreditado como gran poeta; sin embargo, pocos de sus poemas se han traducido al español.

Su primera novela,
Cartero (1970), le permitió abandonar la oficina de correos en la que trabajaba. A ésta seguirían otras cinco, todas protagonizadas por Henry Hank Chinaski, alter ego del propio Bukowski, entre las que cabe destacar La senda del perdedor (1982). Los cuentos de Bukowski están reunidos en varios volúmenes. El más conocido, Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones (1972), recoge relatos aparecidos en varias revistas underground. Su obra inspiró una película, Ordinaria locura, a Marco Ferreri, a la que seguiría Barfly (1989), de Barbet Schroeder y con guión del propio Bukowski. La prosa de Bukowski es, si cabe, más autobiográfica, en un 90% según el propio autor, que su poesía, y es la que le ha dado fama entre los lectores de habla hispana; todas sus obras en prosa están publicadas en español. El alcohol, el sexo, la soledad y los aspectos más absurdos y sórdidos de nuestra civilización ocupan un lugar de honor en la obra de Bukowski, que siempre evitó los ambientes literarios; prefería los bares y las habitaciones lúgubres.

Publicado en http://www.epdlp.com



De Peleando a la contra – Antología de Compactos Anagrama

Lo haces mientras matas moscas

Bach, dije, tuvo 20 hijos.
apostaba a los caballos durante el día.
jodía durante la noche
y bebía en las mañanas.
en el medio escribía música.

al menos es lo que le dije
cuando ella me preguntó,
cuándo es que
escribís?


Eres una bestia, me dijo ella
con tu blanca panza
y esos pies peludos.
nunca te cortas las uñas
y tienes manos regordetas
zarpas como de gato
tu narizota colorada y brillosa
y los huevos más grandes
que he visto nunca.
arrojas esperma como una
ballena arroja agua por
el agujero de su espalda
Bestia bestia bestia
me besa,
Qué quieres para el
desayuno?

Cómo ser un gran escritor

Tienes que follarte a muchas mujeres
bellas mujeres
y escribir unos pocos poemas de amor decentes

y no te preocupes por la edad
y/o los nuevos talentos.

sólo toma más cerveza más y más cerveza.

Ve al hipódromo por lo menos una vez
a la semana

y gana
si es posible.

aprender a ganar es difícil,
cualquier idiota puede ser un buen perdedor.

y no olvides tu Brahms,
tu Bach y tu
cerveza.

no te exijas.
dormí hasta el mediodía.

evita las tarjetas de crédito
o pagar cualquier cosa en término.

acuérdate de que no hay un pedazo de culo
en este mundo que valga más de 50 dólares
(en 1977).

y si tienes capacidad de amar
ámate a ti mismo primero
pero siempre sé consciente de la posibilidad de
la total derrota
ya sea por buenas o malas razones.

un sabor temprano de la muerte no es necesariamente
una mala cosa.

quédate afuera de las iglesias y los bares y los museos
y como las araña sé
paciente,

el tiempo es la cruz de todos.

más
el exilio
la derrota
la traición

toda esa basura.

quédate con la cerveza

la cerveza es continua sangre.

una amante continua.
agarra una buena máquina de escribir
y mientras los pasos van y vienen
más allá de tu ventana

dale duro a esa cosa
dale duro.

haz de eso una pelea de peso pesado.

haz como el toro en la primer embestida.

y recuerda a los perros viejos,
que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoievsky, Hamsun.

si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza...

entonces no estás listo

toma más cerveza.
hay tiempo.
y si no hay
está bien
igual.

Más discusión

Risque, ella dijo, ¿no adoras a
Rilke?

no, dije, me aburre,
los poetas me aburren, son mierdas, caracoles, pedacitos de
polvo en un viento barato.

Lorca, dijo, ¿qué te parece Lorca?

Lorca era bueno cuando era bueno. Sabía como
cantar, pero la única razón por la que te gusta
es porque fue asesinado.

Shelley, entonces, ¿qué te parece Shelley?

¿no se ahogó en un bote de remos?

entonces ¿qué te parecen los amantes? me olvidé sus nombres...
los dos franceses, uno asesinó al
otro...

bárbaro, dije, ahora háblame de
Oscar Wilde.

un gran hombre, dijo ella.

él era inteligente, dije, pero vos crees en todas esas cosas
por la razón equivocada.

Van Gogh, entonces, dijo ella.

ahí vamos, dije, ahí vamos de nuevo

¿qué me quieres decir?

quiero decir que lo que los otros pintores de la época decían era verdad:
que era un pintor promedio.

¿cómo lo sabes?

lo sé porque pagué $10 para entrar y ver algunas de sus
pinturas. vi que era interesante,
honorable, pero no grandioso.

¿cómo podés decir, preguntó, todas estas cosas acerca de toda esta gente?

querrás decir, ¿por qué no estoy de acuerdo con vos?

¡para ser un hombre que casi se está muriendo de hambre, hablas como si fueras
un tremendo sabio!

pero, dije, ¿no se murieron de hambre todos tus héroes?

pero esto es diferente; no te gusta nada de lo que a mí me gusta.

no, dije, simplemente no me gustan de la manera que
te gustan.

me voy, dijo.

podría haberte mentido, dije, como la mayoría
lo hace.

¿quieres decir que los hombres me mienten?

sí, para llegar a lo que crees que es sagrado.

¿quieres decir que no es sagrado?

no lo sé, pero no te voy a mentir
para que funcione.

vete a cagar entonces, dijo.

buenas noches, dije.

ella dio un bruto portazo.

me levanté y prendí la radio.

había un pianista tocando la misma pieza de
Grieg. nada cambió. nada
cambia nunca.
nada.

Conocí a un genio

Hoy
conocí a un genio en el tren
como de seis años de edad;
se sentó a mi lado y,
mientras el tren
corría por la costa,
llegamos al océano.
el niño me miró y me dijo:
el mar no es nada bonito.

fue la primera vez
que me di cuenta
de ello.

Putrefacción

Últimamente
me ronda este pensamiento
que este país
ha retrocedido
4 0 5 décadas
y que todo el
avance social
los buenos sentimientos de
una persona hacia otra
se han borrado
y se han reemplazado por la
vieja
intolerancia de siempre.

más que nunca
tenemos
egoístas ansias de poder
desprecio por el
débil
el viejo
el pobre
el desvalido.

estamos reemplazando necesidad con
guerra
salvación con
esclavitud.

hemos desperdiciado
los logros
nos hemos deteriorado
deprisa.

tenemos nuestra Bomba
es nuestro miedo
nuestra vergüenza
y nuestra condena.

ahora
se ha apoderado de nosotros
algo tan triste
que nos deja
sin aliento
y ni siquiera podemos
llorar.

Acto creativo

Por el huevo roto en el suelo
por el 5 de julio
por el pez en la pecera
por el viejo de la habitación nº 9
por el gato sobre el muro

por ti mismo

no por la fama
ni por el dinero

tienes que seguir luchando

cuanto te haces viejo
disminuye el atractivo

es más fácil cuando se es joven

cualquiera puede alcanzar
las alturas alguna que otra vez

la clave consiste en
resistir

cualquier cosa que sirva
para que

esta vida siga bailando
frente a Doña Muerte.

Confesión

Esperando la muerte
como un gato
que va a saltar sobre
la cama

me da tanta pena
mi mujer

ella verá este
cuerpo
blanco
rígido
lo zarandeará una vez y luego
quizás
otra:

"Hank"

Hank no
responderá.

no es mi muerte lo que
me preocupa, es mi mujer
que se quedará con este
montón de
nada.

quiero que
sepa
sin embargo
que todas las noches
que he dormido a su lado

incluso las discusiones
más inútiles
siempre fueron
algo espléndido

y esas difíciles
palabras
que siempre temí
decir
pueden decirse
ahora:
Te amo.

De Hollywood

"Jon se puso a trabajar. Se hicieron copias del guión, se enviaron a productores, agentes, actores. Yo volví a jugar con la poesía. También planeé un nuevo sistema para el hipódromo. El hipódromo era importante para mí porque me permitía olvidar que, supuestamente, yo era un escritor. Escribir era extraño. Necesitaba escribir, era como una enfermedad, una droga, una fuerte compulsión, sin embargo no me gustaba verme a mí mismo como escritor. Tal vez había conocido a demasiados escritores. Empleaban más tiempo hablando mal unos de otros que en hacer su trabajo. Eran inquietos, cotillas, solteronas; se quejaban, apuñalaban por la espalda y estaban llenos de vanidad. ¿Esos eran nuestros creadores? ¿Siempre fue así? Posiblemente. Tal vez escribir fuese una forma de quejarse. Sólo que algunos se quejaban mejor que otros".

(1989)