sábado, 17 de mayo de 2008

Poema

Desde Piura, un envío del poeta Ricardo Musse Carrasco. Agradecemos su colaboración.


I
Este corazón sólo desea morirse abandonado por
/Dios,
sólo habitado por las voces de los hijos impregnadas
/en esta inmensa casa del olvido
que nadie –absolutamente nadie- ha resuelto visitar,
más que sea para brindarnos esas miradas adoloridas
o consolarnos con esas palabras que nunca pronunciaron;
es que no deseaban imbuirse dentro del alma esta maldita
soledad que ha desolado sobremanera los latidos,
pues sólo los muertos no temen este aciago desamparo:
Lennon/ Hendrix/ Morrison/Janis Joplin/ Cobain/ Freddie Mercury:
Porque hasta Dios –abandonándome a mi suerte- dejó esta
inmensa casa muriéndose en mi moribundo corazón.

lunes, 12 de mayo de 2008

Juan Ramírez Ruiz: Poemas en su Hora Zero

Tulio Mora, Domingo de Ramos y Juan Ramirez Ruiz en evento literario - 1999

TRES POEMAS DE JUAN RAMÍREZ RUIZ (1946-2007)

Mirko Lauer*

TERESA
(Está sucediendo)
Teresa / mujer de treintiocho años / (sola entre millares) / quiere tener relaciones / con cualquier hombre, / en cualquier lugar / y a la brevedad posible. / Se anticipa / (y esto es
un asunto grave) / le queda poco tiempo / y además / ya perdió toda la serenidad.
JUANA CABRERA
(También esto aún acontece)
Juana Cabrera se ha quedado en la calle. / Su casa ha sido demolida mientras brillaba el
sol. / Hubo orden judicial y por supuesto el Juez ha estado presente / y ha constatado los destrozos que han hecho los demoledores. / Y yo la he visto, yo he conversado con ella
y / ella ha vivido allí por décadas con hijos marido y hermana. / Ha trabajado toda su
vida. Tiene libreta electoral y un solo gusto / los discos de El Satanás de Cuba, especialmente ése "si tú supieras / las ansias que tengo de verte" y el otro "Vereda Tropical". / Y ahora Juana Cabrera está en la calle y ha vuelto a recordar / el maremoto del 42, el sismo del 66 o la caravana de damnificados / o la multitud (que conversaba en las noches) afligida / por esa guerra que terminó en dos horribles hongos. / (Y esto es un asunto grave) / Juan Cabrera va a dormir en plena calle. / Va a tener hambre y frío otra vez. / Y seguramente va a perder peso.
810 GONZÁLEZ PRADA - SURQUILLO TELÉFONO 284225 ISABEL TELLO VARGAS
Voy a la casa 810 González Prada-Surquillo / y te encuentro o me dan razón de ti Isabel. / Llamo al 284225 teléfono de la vecina / porque tú no tienes, cosa que no es rara en el Perú, / y me hablas tú o me hablan de ti Isabel. / Pero yo no quiero que me den razón de ti / No quiero que me hable de ti / quiero hallarte a ti, hablarte, caminar contigo, / contigo alquilar un carro, / traerte aquí a San Diego / y en mi habitación mientras fumo / ayudarte a desnudar / y luego amarnos con ternura / como dos dulces / y tiernos / seres humanos.

[De su libro Un par de vueltas por la realidad, Lima, Hora Zero, 1971]

Publicado en “La República on line”
Mayo 12 de 2008.

*Escritor. Poeta. Ensayista. Politólogo.



POEMAS DEL CHICLAYANO RAMÍREZ RUIZ

El Júbilo

Atención, éste es el júbilo, éste es el júbilo
huyendo del silencio, viene, viene, se queda,
limpia, éste es el júbilo, el silencio le huye.
Elfina tu decías no, pero está conmigo
tómalo en mis ojos, en mis manos. Elfina
deja la tarde en la calle, avisa y que vengan,
que se alejen de las ofensas, que descuiden la
acechanza, el improperio, la alevosía,
aviso, dilo y abandona las oficinas,
corre, ven con todos, corre, separa tus dedos
de las máquinas sumadoras, cierra, cierra,
los libros, los llaveros, los insultos, éste es el júbilo,
éste es el júbilo, reconócelo Elfina, éste es el júbilo.
Este que se aleja de la redondez del cuatro,
de la punta involuntaria del cinco
o del alambre que sigue al viento. Este es el júbilo,
éste es el júbilo, este viento cargado
con sonidos de vidrios verdes, éste es el júbilo,
y conmigo está mirando la tarde. Entro en los pechos,
en las frescas canciones, entro, éste es el júbilo,
esa música, esa abundancia, ese relumbre
que dejó caer sin recogerlo, éste es el júbilo,
reconócelo Elfina, éste es el júbilo.


Le quitaron la ciudad a Mario Luna

Le quitaron la ciudad a Mario Luna el día 31 de mayo.
Y su dolor equivale a doce volúmenes de poemas del siglo XVIII y no será consignado aquí.
El 1º de junio el cable repetía el barrio La Esperanza está en los suelos, el barrio del Acero ya no existe y allí se mezclaron cines con parques
y carros y árboles, y árboles se mezclaron con abuelos y novias y familias
y tiendas comerciales, tiendas comerciales se mezclaron con ópticas, consultorios, cementerios, y cementerios con salas de maternidad, con máquinas de escribir con pantalones con zapatos con hígados con riñones, y riñones se mezclaron con cerros y cerros con techos con televisores con cráneos con sillones
con frazadas con tablas. Y el Sur está en el Norte. ¡El techo en el hueco!
¡El 8 de junio en el 2 de marzo! y yo recorro 454 kilómetros
y he visto 454 kilómetros de dormitorios amarrados a estacas, de padres buscando
a hijos y mujer, hijos a madres, a la hermana menor buscando, y amigos encontrando
al amigo muerto, el voluntario hallado en la pierna de un damnificado, una novia
acariciando al novio herido junto a la Virgen María sucia mujer empujada
por el sismo, mujer rota bajo un surtidor de la avenida Espinar ocupada
por la fachada de toda la calle, de toda la calle hasta radio Chimú
hasta el cine Olaya con sus butacas sobre autos de capota averiada, sobre
árboles mutilados, rotos y esto; y todo eso
es una temperatura de 14º Farengheit al norte del Perú.
Y mi dolor es equivalente a seis volúmenes de poemas del siglo XIX y tampoco será
consignado aquí.
Pienso en Mario Luna. En la ciudad que le quitaron. Y el sur está en el norte!
¡El techo en el hueco! Y luego irse, irse, subir al interprovincial.
Pero había que bajar, los pasajeros tuvieron que bajar y después subir
para atravesar el puente Virú, el puente Santa. Durante todo el invierno.


Encuentro con el terror
–De Las armas molidas, 1996-


A ti te conozco terror, te conozco:
tú preguntabas por mí, hurgando en
mis ojos
con una luna chueca; y yo a ti te encontré
mirando suelo y cielo, solo,
buscando mi error con las dos manos.

Tú querías matarme con astros bizcos,
tú columpiabas mi mente expelida por un golpe:
a ti te conozco terror, te conozco.

Pero si oscuro va el bosque,
lo que ocultas (¡aquí está!) va más oscuro todavía:
¡remolino de hechos que vomita
un incendio antropomórfico, mi cuerpo
como látigo se agitaba contra mí
con el peso del ojo en la mirada!

Te conozco, a ti te conozco terror;
tú ya no puedes mi mente columpiar.

Deceso de un Poeta e intelectual chiclayano intenso. Fallece Juan Ramírez Ruiz


LA ÚLTIMA PARTIDA DE RAMÍREZ RUIZ

En una información recogida por blogs peruanos, como Pospost y Zona de Noticias, se da cuenta de la identificación, en un cementerio trujillano, del cuerpo del poeta Juan Ramírez Ruiz. Habría fallecido a causa de un accidente en la Panamericana norte. Juan Ramírez Ruiz (Chiclayo, 1944) fue el fundador y teórico del movimiento Hora Zero, junto con Mario Luna, Julio Polar, Jorge Pimentel, José Carlos Rodríguez, y Jorge Nájar, entre otros.
Es autor de los poemarios Un par de vueltas por la realidad (1971), Vida perpetua (1978) y Armas molidas (1996). A la edad de 14 años, Ramírez Ruiz llegó a Lima. En la Universidad Federico Villarreal conoció a los otros miembros de Hora Zero. También se dedicó al periodismo en la revista Marka y La República. Ramírez Ruiz acuñó el concepto de poesía integral. “(En ella) se convocó a todos los componentes posibles, que entre ellos puedan emitir un sistema según una regulación eficaz. Hay muchos textos de mis libros en los que vemos un extremismo en el uso del lenguaje. ¿Por qué llegar a esto? Porque ellos continúan siendo los tipos de textos provocadores y radicales por antonomasia”, sostenía. Hace unos meses, la familia del poeta reportó su desaparición. Aunque se le encontró en Chiclayo, Ramírez Ruiz volvió a desaparecer. Según indicios, habría fallecido en julio de 2007. Uno de los poetas peruanos más importantes de las últimas décadas ha cerrado el círculo. Descanse en paz.

Publicado en Diario “El peruano”
Enero 13 de 2008.

La vida como transitoriedad pura. Entrevista a Juan Ramírez Ruiz. Por Rafael Ojeda


Rafael Ojeda*

Juan Ramírez Ruiz (Chiclayo, 1944)
1 fue, junto a Jorge Pimentel –además de José Carlos Rodríguez, Mario Luna, Julio Polar y Jorge Nájar–, fundador, animador y principal teórico de la primera etapa de Hora Zero2, importante grupo poético de la generación de la década de 1970, cuya repercusión alcanzó distintos lugares de América Latina, España y Francia.

Autor de Un par de vueltas por la realidad (1971), Vida perpetua (1978) y Armas molidas (1996), libros relevantes para entender el proceso que siguió la nueva poesía peruana, Juan Ramírez Ruiz vive un silencio poético, en parte debido a la pobreza editorial de nuestro medio.

Ramírez Ruiz posee una serie de nueve libros inéditos y mecanografiados, que desde hace algunos años esperan ser publicados. Entre ellos destacan títulos como Tierra finita e Invitación a Hanan (nombre quechua para referirnos al paraíso).

Dialogamos con él sobre sus inicios, el legado de Hora Zero y su estado presente.

¿Qué recuerdos tienes de los años en los que se gestó Hora Zero?
–La de 1960 fue la generación del poder económico, y como el Centro de Lima era el teatro donde hacían sus fanfarrias y presentaciones, eso nos irritaba. Nosotros sólo bebíamos caña y hacíamos una bohemia de pobres. Pero había allí un ambiente de rebelión contra el comportamiento de poetas como Antonio Cisneros, exhibicionistas y provocadores. Debíamos replicar eso, porque él y los demás elitistas tenían buen trabajo. En tanto, nosotros hacíamos periodismo bravo, el callejero, el de la edición mínima. Eso fue bueno, porque permitía entender las especificidades propias de estos dos bloques contrapuestos que constituían los temperamentos sociales de la cultura a fines de la década de 1960.
¿Comenzaste a hacer periodismo en Lima?
–No, en Chiclayo. Mi hermano ya trabajaba en el periodismo. Mi padre murió porque se pasó de tragos y nos quedamos con la madrastra que no nos quería, pero nos acogió. El asunto es que vine a Lima cuando tenía 14 años y llegué a la casa de otro hermano. Éste era comerciante, pese a ser muy joven. Eso me dio tiempo para iniciar el autoconocimiento y el conocimiento del pueblo en el que estaba. Comencé también en la lectura como un vicio, con pasión intensa y como una alternativa, porque no veía salida por ninguna parte. Lo bueno es que en Surquillo tenía un pariente que me salvó de regresar a Chiclayo y de naufragar en el alcohol. Lo importante de ese período es que tuve la identidad del migrante –es decir, no sólo yo, sino todo Hora Zero–, la particularidad que tenía nuestro arte en relación con el que se producía en Lima. Allí comenzó la primera irrupción de una conciencia que no era la que salía de San Marcos ni tampoco de la Católica. Después trabajaría en la revista Marka, en El Diario y fui colaborador de La República.
¿Hubo algún episodio trascendental en tu vida que haya marcado tu poesía?
–La muerte de mi padre me había tocado con tal fuerza que por años me volví solitario. Ese fue el hecho más decisivo de todos, una sucesión de descubrimientos, de ausencias y carencias. Aún estaba viviendo esta tragedia cuando me salvó un acto de naturaleza insólita: el descubrimiento de la palabra en la voz. Allí comenzó una relación mística con la vida a través de la palabra, una peregrinación hacia la identificación de la vida humana. Era un obsesionado por convertirlo todo en escritura. Recuerdo que tenía centenares de cuadernos de apuntes, pues ya había hecho fragmentos desde la secundaria.
¿Cómo fueron los inicios de Hora Zero?
–Había ingresado a literatura en la universidad Villarreal y allí conocí a los integrantes de Hora Zero. Lo interesante es que la mayoría provenía de sectores populares, que asomaban como comerciantes, en un espacio emergente que nos permitía –por primera vez en mi caso– surgir. El asunto es que éramos de clase media baja y teníamos que hacer un abierto combate para tener educación superior y además para vivir. Y resultaba difícil, a veces no se podía. Los migrantes llenábamos las cortinas, además de la gente joven local siempre interesada en la cultura. Lo nuestro comenzó con funciones. Cuando había un recital de Hora Zero en una universidad, estaban asegurados la silbatina y los sabotajes, después de eso la bronca era inevitable; pero no llegó a dispararse balas. No recuerdo incidentes sangrientos, aunque tal vez los hubo.
Después de todo este tiempo, ¿qué nos puedes decir de la poética practicada por ustedes?
–Radical, aunque no se llegó a la renovación lingüística, un asalto entre la verbalización y el signo visual: la potencialidad visual del signo aliado a su carácter fonético. Para nosotros fue partir del tratamiento del signo, que después conduce a la producción total de un programa de escritura. Y eso fue completamente original. Ninguna editorial de ninguna parte del mundo puede decir que fuimos influenciados o que nos derivamos de ellos.
¿Cuál fue la noción de marginalidad que ustedes proponían?
–Hubo una especie de secuencia evolutiva, también asociada a la migración. Cuando un migrante peruano arranca de cualquier parte de donde está, se dirige a una parte de él que no conoce, no obstante que como individuo esté señalado como integrante de ese bloque. Pero la heterogeneidad de ser peruano constituye un reto de autorreconocimiento, porque la imagen de los peruanos es multifacética, y al ser estos así, las huellas de la escritura también lo son. En el Perú, el producto estético siempre será una novedad. Con colores o sin colores, con formas visuales o sin ellas, con imágenes detenidas o en movimiento.
Pero tu trabajo posee una línea no necesariamente similar al resto de tu generación, y a veces tampoco parecida al resto de Hora Zero.Por ejemplo, la poesía de Jorge Pimentel es diferente de la tuya...
–Es verdad, pero la unidad no se sustenta allí. Pimentel era más repentista; mientras que Tulio, más conceptual. Hora Zero pretendía ser esa visión integral de la cultura humana, una visión de toda la macroestructura de producción cultural que el hombre ha generado.
Y hablando de tus libros, ¿tu intención era indagar más en el lenguaje o en la visualidad?
–En la poesía integral se convocó a todos los componentes posibles, visuales o auditivos, que constituyen una interrelación, que entre ellos puedan emitir un sistema según una regulación eficaz. Y entonces estaba allí desatada la nueva poesía. Por ejemplo, hay muchos textos de mis libros en los que vemos un extremismo en el uso del lenguaje ¿Por qué llegar a esto? Porque ellos siguen siendo los tipos de textos provocadores y radicales por antonomasia.
Entonces, ¿ese tipo de resultados son producto de una indagación con la palabra?
–Y con los sistemas de signos, con el sistema de los signos que en el último libro se acentuó más. Pues, mientras en el primero sólo había un asomo a esta tendencia, en el tercero la situación se radicaliza totalmente.
¿Cómo defines entonces el tránsito estético recorrido desde Un par de vueltas por la realidad hasta Armas molidas?
–Como un esfuerzo por evolucionar, por quemar etapas, replanteando modos de expresión que progresivamente fueron convirtiéndose y transformándose en estaciones mucho más plenas, más complejas, mucho más placenteras, más dinámicas y polidimensionales, hasta entregar visiones estéticas completas novedosas y originales.
¿Y en los libros inéditos, ese interés por indagar en lo simbólico sigue tratando de alcanzar el extremo o has retornado a la literalidad en ellos?
–Vagamente, no le he dado una mirada a mi obra. Los tengo ahí como retos a mí mismo. No hay una aproximación seria, rigurosa, como queriendo volver con una mochila floreciente, flamante y suculenta. Porque ese bloque de nueve exploraciones, de nueve inmersiones, tengo que hacerlo con una disposición especial, pues debo pulirlos para volver a entrar en el juego. Y no da, pues, me abato y sólo obtengo una cara de derrotado.
¿En qué momento empezaron tus desavenencias con el grupo?
–Ese es un tema delicado y prefiero no responder, porque va a abrir nuevas desavenencias.


[1
] La mayoría de menciones sobre Juan Ramírez Ruiz dan erradamente como año de nacimiento 1946, 1947...
[2] En 1970, Ramírez Ruiz fundó Hora Zero de Chiclayo. Nota de edición: Un estudio sobre la poesía de Juan Ramírez Ruiz, a cargo del crítico Juan Zevallos Aguilar, aparece en la última edición de la revista Intermezzo tropical (2006).

Publicado en “Variedades”
Semana del 22 al 28 de septiembre de 2006.

*Escritor. Ensayista. Artista plástico.

Entrevista a Juan Ramirez Ruiz: El solitaritario integral y rebelde.


(Tomado de Escritores peruanos, qué piensan, qué dicen”, Editorial ECOMA S.A. Lima, enero 1977, Wolfgang Luchting y publicado en la Revista Metáfora Nº07, En nombre de la literatura - Noviembre 2007 - Págs. 16.).

Del “Olmo” contra las “Peras”

ENTREVISTA A JUAN RAMIREZ RUIZ (Chiclayo 1946-?)

(Juan Ramírez Ruiz y Alfredo José Delgado Bravo, representan los dos únicos poetas aún vivos –entre jóvenes y mayores-, qué duda cabe, de las letras lambayecanas, que más han sabido intelectualizar su producción poética y mostrar un nivel más alto de teorización metapoética.

En la presente entrevista, realizada por el crítico literario Wolfgang Luchting, publicada en su libro “Escritores peruanos, qué piensan, qué dicen”, Editorial ECOMA S.A. Lima, enero 1977, se aprecia al ideólogo del Movimiento Hora Zero, lúcido, feroz y conceptualizador. Esta entrevista que ya tiene 30 años exactamente, parece que hubiera sido escrito esta misma mañana de noviembre del 2007: cobra actualidad y está lleno de sapienza y digno ejemplo para las nuevas generaciones literarias del Perú y el mundo.) NHN.

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Juan Ramírez Ruiz (Chiclayo 1946-?)
RR = Ramírez Ruiz (Entrevistado)
WAL = Wolfgang Luchting (Entrevistador)
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WAL: ¿Publicaciones?

RR: Un par de vueltas por la realidad en Revistas: Harwí
Casa de las Américas (Número dedicado a la Literatura Peruana)
Revista de la Comunidad Latinoamericana de Escritores (México)
Revista del Movimiento Hora Zero.
En antologías: Poema del amor erótico, Mosca Azul, (ed. A. Oquendo), 1973.
Estos 13, Mosca Azul (ed. J.M. Oviedo) 1973.

WAL: ¿Bajo qué circunstancias apareció Hora Zero? ¿Cuál era el contorno cultural en el que apareció su generación?

RR: La realidad está para todos. Ofrecida abundantemente para aquellos que tienen algo que hacer con ella. La invitación que la Realidad hace se oye en todas las esquinas. Y Hora Zero escuchó esa invitación; llevábamos más de 20 años viviendo en medio de una población sumergida en la mea culpa, en la incredulidad, en la vergüenza; condenada a la mutilación y al callejón sin salida de su situación socio-económica. Un país donde la cultura tenía (tiene) propietarios. Y los intelectuales participan en la repartición mutua de flores. Todo esto convirtió este país en zona de desastre. Alguien tenía que decir todo eso. Y entonces escribí “Palabras Urgentes”. Y lo que hicimos después fue recordar a los receptivos que en la Literatura nadie tiene la última palabra, que la poesía constituye un poder que el arte no debe ser propiedad de una clase, que urgía una revolución en el lenguaje, etc. etc. Y al mismo tiempo que se solucionaba el problema del almuerzo, se ensayaba la destrucción de un lenguaje, se proporcionaba materiales para una estética nueva. Y eso dura ya más de tres años. Y pocos saben cómo hemos luchado por imprimir palabras auténticas. Y todo porque mientras ellos participan en la distribución de flores y en las carreras burocráticas, la poesía era olvidada. Y un buen día la cojimos de mano y la trajimos a nuestras covachas.

WAL: ¿Qué es para usted la escritura? ¿Cuál cree que es su importancia? ¿Cuáles son los mejores estímulos para un escritor?

RR: (1) Hablar es elegir una imagen. Escribir es convocar, reunir o sugerir a todas las imágenes. Y la escritura es, por todo eso, la huella digital del pensamiento. De manera que escribir es la asunción de una altísima responsabilidad, entendida no como deber, sino como decisión, como acto de la voluntad trascendente. Voluntad manifestada en al posibilidad de salud que toda palabra escrita debe entregar al habla. Así, escribir un poema no es ninguna gratitud, hacer arte no es un acto inútil. Pero hacer mal uso del idioma por pereza o irresponsabilidad de delinquir. El entusiasmo, en Literatura, no basta. El mal uso del lenguaje enferma a la sociedad, como el agua que no se potabiliza y que, a la larga, desarregla el organismo de la población.

(2) Tal vez el mayor estímulo para un escritor, sea vivir en un lugar donde haya mayores conflictos, un punto neurálgico y excitado, donde la propia obra se piense fundamentalmente para la buena o mala dirección de los hechos. Aparte de eso, pienso que para escribir, sólo se precisa lo absolutamente necesario: pan, techo, café o cigarros (el amor de los parientes o amigos don indispensables, pero no aseguran la creación de un libro: Una vocación, sólo y exclusivamente, tiene que ver con uno mismo).

No obstante, sin olvidar que el acto de escribir es la culminación de un proceso que incluye confrontaciones a nivel del lenguaje –estructuración de ritmos, etc.- elaboraciones internas, que rebasan el estado fluyente de la actualidad, para rescatar lo intemporal dentro de lo cotidiano. Creo en la poesía del acto. En la poesía que acontece en los mínimos actos humanos, distantes de la palabra.

(3) Las revoluciones en poesía son sucesos importantes dentro de lo que ocurre en un país. Y entre nosotros no sería ninguna sorpresa que tengamos, en los próximos años, más y mejores libros que revolucione a la poesía: flujos nuevos en/con lenguaje vivo, donde la comunicación no se dé a través de coincidencias pasivas, sino a partir de tensiones que susciten mutuos cuestionamientos de todo orden.

WAL: ¿Cuál es la función de la poesía, cuál es la influencia que juega dentro de la sociedad?

RR: Si nos ponemos de acuerdo de que la poesía es algo distinto de la literatura (Greimas), y que sólo se asemejan porque ambas (y más la poesía) son el producto de una implacable eliminación de sub-productos, reconoceremos a la poesía como la más sólida invitación que una persona plantea a otra para la transformación o revocación del sentido de una época.

Cada clase reinante, dice Marx, que haya tomado el poder de sus precedentes, está obliga, para lograr sus fines, a representar sus intereses como el interés común de todos los miembros. En la expresión, en el trabajo con los poemas, tal ida se hace evidente en el carácter unívoco de las formas, en el carácter lineal de la composición tipográfica, en los tics historicistas que obliteran al función poética del lenguaje, en la continuidad estructural, en la visión unipersonal y en el tótem de las coherencia, cosas esas que prolongan el sentido administrativo. Conviene, pues, poner en tela de juicio todo el estatuto de los signos y las “maneras cómo el lenguaje es puesto en acción” avalando tal sentido. Se trata de que los poemas impugnen tal sentido. Se trata de un “sentido por hacer”. Aquello que la buena literatura ha rechazado (a pesar de la hermenéutica), en todas las épocas.

WAL: ¿Publicaciones? ¿Qué opina de la crítica?

RR: Publicar es un acto que desencadena lo imprevisto. Cuando sé que una persona ha leído mi libro creo allanar cualquier imposibilidad de comunicación. Publicar para mí es muy importante; algo que no sé si llamar timidez hace que ponga toda mi confianza en mi trabajo.

De otro lado, pienso que el acto creador, no obstante ser total en sí mismo, precisa dialogo con el lector que es en definitiva con quien se cierra el círculo que confirma la comunicación. La parte que me toca en ese diálogo, a partir de una publicación comienza y termina en el poema; pues es ahí donde ejerzo mi libertad y mi responsabilidad.

Soy un ser social, responsable ante mí mismo y ante los valores que defiendo como resultado de mi concepción del mundo. Salvo dos o tres excepciones, carecemos de una crítica en el Perú.

Sin embargo, las redacciones y los círculos amicales están llenos de comentadores apresurados, adjetivando todo con prisa delirante. El movimiento Hora Zero, por ejemplo, es mal interpretado sistemáticamente.

WAL: Como escritor, ¿qué cosas no quiere /ya) hacer ¿Qué cosas quiere hacer?

RR: (1) No quiero repetir la vida de nadie; tampoco repetir los errores de otro. Así, un buen número de escritores han derrochado energías en supuesta dicotomías. Teoría y praxis, arte y política, etc. Nuestros escritores, especialmente los de la década del 50, conscientes de vivir en países urgidos por la miseria, por años han levantado actas a lo sucesos. Y su desesperación los ha llevado de una vez a considerar el arte como un sucedáneo de la política; pero esto es agua pasada. Discutir sobre poesía social y poesía pura es obsoleto. E insistir con la polémica con los políticos obcecados, que pretenden indicar la forma de cómo debe escribirse, ya no me interesa.

Me parece muy necesario en primer lugar, librase de las disculpas, asumir el arte no como evasión, por le hecho supuesto de desplazar actividades más urgentes. Hacer poesía nueva es de hecho participar en la transformación de la sociedad. Destruir un lenguaje es una alta tarea para un ser social como lo es un poeta, un escritor.

En el Perú, el joven que más temprano resuelve ese conflicto y ubica al acto creador dentro de un proceso liberador, ya ha hecho los pilares. Y se ha preservado buena parte de sus energías. Vivimos en un mundo que no quiere entender que “hombre o mujer no son el enemigo”, un mundo que ya no es el de Proust, Mallarmé, Joyce o Pound. Las tecnologías han llegado a nuestro sistema nervioso han acelerado nuevas formas de redacción. Así, decir como Maculan que la ciudad ya no existe. No es decir ninguna perogrullada, porque asistimos ahora al nacimiento de una balbuceante conciencia de la especie, del ser humano sentido como humanidad, por encima de nacionalidades. Sin embargo, mientras los medios de comunicación realizan una reducción del mundo, éste continúa escindido siempre por al lucha de clases, inmerso en una corriente única donde el “epos” técnico y el “epos” colectivo deben necesariamente encontrarse. Compartir esa conciencia que nace y a la vez participar en los esfuerzos de liberación es lo que me interesa.

(2) Tengo una idea del libro por escribir, al cual quisiera acercarme a partir de las cosas que concretice. Pienso que la aspiración del libro es atrapar al mundo, entregar un plan de las cosas ordenadas o, en su lugar, el libro debe ser la Gran Consonancia, el plano topográfico de San Juan, el instrumento espiritual de Mallarmé.

Para eso, ha de ser un cortejo de formas, una sinfonía de significaciones. Formas de ninguna manera repetitivas y así armónicas en su ubicuidad. Cada página será un ritmo-fema-grama-sema situado dentro del Gran Ritmo del Libro.

Un libro como aquél verbal, visual, táctil, etc. será un libro para todo el cuerpo.

Se trata de escribir un libro que ponga en juego toda la inteligencia y toda el alma. Donde la ubicuidad de cada una de las palabras sea de por sí significativa. Versos cubiertos por capas de pensamiento adonde se llegue luego de atravesar una por una. Sucesión de “pensamiento que hala pensamiento”. Tal libro ha de ser escrito sobre un borde. Cada una de sus páginas intentará ser rostro, una congregación de rastros que active todos los sentidos del lector.

Un libreo para ver, tocar y oír y gustar. Escrito con todos los signos, un libro donde el mundo ensaye su proyecto, dé una imagen del mundo pro alcanzar, y que desencadena ese deseo de lograrlo.

El libro será, pues, un ente vivo, inagotable, que genere, él mismo, sus nuevas vidas, porque sus lecturas no han de terminar.

Aquí, en este libro, la imaginación ha de ser implacable si no quiere traicionarse.

domingo, 11 de mayo de 2008

Alfredo José Delgado Bravo & Andrés Diaz Núñez: Figuras epigonales de la literatura lambayecana


EN OLOR A LITERATURA

Nicolás Hidrogo Navarro*

Las dos figuras literarias lambayecanas más destacadas, Andrés Díaz Núñez (Chames-Chota-Cajamarca 01 diciembre 1941-?) en narrativa y Alfredo José Delgado Bravo (Monsefú-Chiclayo-Lambayeque 12 marzo 1924-?), reciben en vida sendos homenajes por parte del INDECOPI y el INC-Lambayeque, que los ponen en la palestra literaria y en ojo crítico de lectores y del periodismo cultural regional.

En los últimos años la literatura lambayecana está cobrando un auge no sólo a nivel del sistema educativo de educación secundaria y universidad, sino también a nivel de medios de comunicación. Silenciados por largo tiempo, y preocupados por darnos un menú de tripas, sangre, chisme de callejón, publirreportajes, líos de barrios y mostrarnos las prendas íntimas de la farándula, los medios de comunicación le están abriendo pasos a sus figuras literarias y están entendiendo que la cultura viva, de sus hombres y creaciones necesita de un espacio, un titular revalorador y una primera plana. Nos basta un hecho sangriento y calamitoso, un dato fútil y farandulero, una portada con calateada y todo, para trascender. Se puede vender muchos ejemplares, pero se pude ser fofo y vacuo en la historia. Es necesario reconceptualizar la noticia y darle un valor agregado al enfoque noticioso. Las malas noticias escandalizan un día, pero se olvidan mañana. Un artículo literario, cualesquiera fuera su tema o enfoque, si está bien hecho con información y valoración, con mirada crítica y deconstructiva, perdura para siempre.



ANDRÉS DÍAZ NÚÑEZ: el narrador andino de los marginales

Andrés Díaz Núñez representa el sueño andino, el jovenzuelo provinciano que “baja” a la costa con un fajo de ilusiones de querer triunfar como escritor. Desanimado por mil y un avatares, por sus propios profesores, amigos, colegas, a sus 65 años de edad, con casi 40 años de escritor, ha publicado desde 1984 hasta el 2008, 13 ediciones de Rastros sangrantes, con un total de 24,000 ejemplares, convirtiendo así a esta novela y sus protagonistas –Grimaldino Carhuapoma y Lusdena Arenales, símbolos de la fe y la esperanza de los marginales-, que ganara los premios: Nor Peruano 1983, el Premio Nacional I.N.C. Piura en 1984, en la obra más difundida y conocida por escolares, universitarios y noveles de la escritura. Andrés Díaz Núñez le hace toda una oda con su carisma y vocación de escritor, al poblador andino y provinciano: humilde, sencillo, carismático, terco en el escribir, perseverante en lo que quiere. Representa todo un paradigma de aquellos que se inician en la escritura y encuentran traspiés: él superó y venció todos los obstáculos y hoy es el narrador lambayecano más representativo en más de 100 km. a la redonda. Es el narrador andino de los marginales. Con un lenguaje y estilo narrativo simple construye sus personajes a punta de experiencia y ficción. Le da ese animismo, esa caracterización inocentona, propia del poblador andino. Andrés Díaz, es entre los docentes de la especialidad de la Lengua y Literatura de la FACHSE-UNPRG, el único docente-escritor con esa vocación de Pigmalión: hechiza a sus alumnos –dentro de los que me cuento allá por los año 1989-1994- con sus historias casi representadas con gesto, mimo, verbo y pasión.

Vida:
Nació en Chames, distrito de Conchán, provincia de Chota, departamento de Cajamarca, el 1 de Diciembre de 1943. Sus estudios primarios los hizo en el caserío de Chalamarca y los concluyó en Paccha, sus estudios secundarios los realizó en el colegio nacional “San Juan” de Chota en condición de alumno becado por ocupar uno de los primeros puestos en cuarto y quinto de primaria, posteriormente ingresó a la Universidad de Trujillo en el programa de Educación, en la especialidad de Lengua y Literatura. Luego en 1969 inicia su labor docente en el Colegio Nacional “San José” y en la escuela Normal Superior Enrique López Albújar de Ferreñafe. Actualmente comparte el quehacer literario con la cátedra de Lengua y Literatura en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo en Lambayeque.

Obras: “Paredes de Viento” (Narrativa), “Piedra Dura y Corazón Sensible” (Poesía)-1971, “El Doctor Crúdel”, (Cuentos), publicada en 1979, “Cosechando bajo el sol” (Novela) no publicada, “Los hombres que parecen sombras”(Novela), “Rastros Sangrantes” (Novela-1983), “Los compadres de la noche” (novela), “Los muertos también se bañan” (cuento), “Lágrimas Adolescentes” (Poesía), “Llagas de un Pueblo” (Poesía), “Las Desviaciones Sexuales y sus Implicancias en el Divorcio” (Ensayo).

Características de la narrativa de Andrés Díaz Núñez
· Fuerte contenido social, marginal y de desarraigo colectivo.
· Temática costumbrista y con ambientación artificial que se asemeja a la realidad lambayecana.
· Semblanza telúrica que llama a despertar la conciencia social de identidad.
· Personajes marginales que viven un drama de marginación, soledad, locura y despiertan ternura.


Argumento de “Rastros Sangrantes”
Grimaldino Carhuapoma, con su esposa e hijos así como decenas de familias son desalojadas brutalmente del terreno que habían invadido. En la refriega mueren cuatro vecinos, un guardia y son detenidos algunos invasores, entre ellos Grimaldino. Fueron encarcelados, en un acto de burla los invasores fueron reubicados en un basural al que le pusieron el nombre de “Pueblo Naciente”. Fue tarea titánica la de los habitantes quemar la basura y comenzar de nuevo en medio de una inclemente y despiadada realidad. Lusdena Arenales esposa de Grimaldino , se hizo cargo de la familia, era estudiante de enfermería de la Universidad Los Luceros de la Ciudad de Concochinán.

Tiempo después Grimaldino recupera su libertad y se dedicó a cortar cabello en las calles y a proseguir sus estudios de Derecho. Enferma su hijita menor y Grimaldino se endeuda en diferentes lugares.

Un día enloqueció y arrastra su vida en el abandono portando sus tijeras y su Código Civil. Su abnegada y fiel esposa Lusdena luchó por rehabilitarlo e integrarlo al seno de su familia. Lo consigue después de sufrir penalidades y soportar estoicamente la dura adversidad.

Fragmento de “Rastros Sangrantes”- Novela (1983)
“Inesperadamente, un día miércoles, víspera del cuarto año de inauguración del Pabellón número dos, Grimaldino me dio [Lusdena] un tarro con monedas que había recibido de los maniquíes, diciendo: “Para que pagues mañana a don Tiburcio Cascafel y también a las demás personas que ya han llegado a cobrarnos”. Está bien Grimaldino le dije, con una sonrisa amable, procurando que mi promesa no saliera volando la que como pájaro enjaulado picoteaba mi corazón. De inmediato comuniqué al Siquiatra de turno el cual me ordenó que lo condujera a casa, para que no se diera cuenta que había estado hospitalizado.
Antes de llevarlo a casa, advertí a Dalila que cuando llegara Grimaldino le saludara sin emocionarse y que no le hiciera preguntas acerca de su ausencia desconocida; igual advertencia hice a todos los que lo conocían en Pueblo Naciente”. (Págs. 148-149).



ALFREDO JOSÉ DELGADO BRAVO: el cosmonsefuano más universal

Don Alfredo José Delgado Bravo es esa mescla de lambayecano dicharachero, zumbón, jaranero, alegre, enamorador, picarón y sólo él, le saca brillo al designio de “Chiclayo, Capital de amistad”, del cual es autor de su himno. Poeta, crítico sesudo y refinado, docente entusiasta, asesor literario por convicción, vallejólogo por vocación, sonetista y articulista notable. Pertenece a la generación del 60, asesor del Grupo ALBA y coanimador literario de las tertulias de los 70 junto a Winston Orrillo con el grupo “El río”, en Chiclayo. Su carisma bonachón, amiguero, abierto y coqueto lo hacen todo un patriarca de las letras lambayecanas, por su vida, su obra, su convicción y su don de gente. Tributario de su maestro Dámaso Alonso en la crítica; inyectado de la vallejeneidad trílcica en su poesía y acompasado de este perfume de flores de su Monsefú natal, don Alfredo es el cosmonsefuano más universal y uno de los últimos baluartes del soneto tradicional, fiel seguidor de don Luis de Góngora y Argote, Baltazar Gracián, Lope de Vega y el poderosísimo y cultísrmo Francisco de Quevedo y Villegas.
Vida:
Nace en Monsefú en Marzo de 1924. Profesor de lengua y literatura, con estudios en las Universidades San Marcos de Lima, Trujillo y Pedro Ruiz Gallo. Generacionalmente se ubica en el ámbito de la promoción “Letras Peruanas” de 1950 con Alberto Escobar, Washington Delgado, Pablo Guevara y otros.

Compuso el Himno a Chiclayo, y ha acuñado un término: “Cosmonsefú”. Se desempeñó profesionalmente como docente en la UNPRG, UPCH, ISP “Santo Toribio de Mogrovejo”, Colegio Nacional “San José” y el instituto “Ricardo Palma”.

Pertenece a la generación de las Letras Peruanas.

Ex-presidente de la Casa Nacional del Poeta de Chiclayo y Ex-director del Instituto Nacional de Cultura filial Lambayeque es una de las voces más reconocidas del norte peruano.

Características de su estilo:
- Cosmogónico: sus temas se centra en las universales dicotomías de las oposiciones Vida-muerte, alegría-dolor, desarraigo-esperanza,
- Esperanzador altruista: Su obra preconiza la paz, amor, la libertad.
- Terrígena naturalista: el mar, los árboles, los ríos, son temas recurrentes en su poesía.
- Su crítica literaria se nutre de la tradición estilística de Dámaso Alonso y de don Marcelino Menéndez y Pelayo.

Premios Obtenidos
- Botón de Oro (1958) en Juegos Florales de la Escuela Normal Sagrado Corazón de Jesús (Escuela Normal - Chiclayo) gracias a su obra “Las Horas Naturales”.
- Premio Botón de oro (en Monsefú) por su obra “Historia Íntima de la Tierra y el Mar”.
- Premio centenario Colegio Nacional “San José” Insignia de Oro Sanjosefina en los Juegos Florales Primer Centenario Sanjosefino (1959).por su obra “País llamado Esperanza”.
- II Juegos Florales Círculo Departamental de Empleados (1980) por su Obra: “Canto Labriego junto al mar”.
- Premio en los Juegos Florales de la U.N.P.R.G. gracias a su obra “Para todos los Mundos: Cantos Comunicantes”.
- Botón de Diamante (1959) en concurso del Centro Social y Progresista Monsefú.

Obras:

POESÍA LÍRICA
La casa ruana. (1951)
Las horas naturales. (1958)
“monetario” (Poesía)
La historia intima de la tierra y el mar. (1959)
“Testigos de Cargo” (Poesía)
País llamado esperanza. (1957-1959)
"Intimo Ser" (Poesía)
Canto labriego junto al mar. (1981)
Para todos los mundos cantos comunicantes. (1982)

ENSAYOS
La poesía simbólico – dualista de JELIL. (1981)
Ucronía y biocronía en la lírica de Valdelomar. (1971)
El universo poético de Eguren. (1974)
"Los Móviles Existenciales de Trilce"

LITERATURA PEDAGÓGICA
Introducción a la historia del arte.
Lecciones preliminares de lingüística. (1969-1981)

FLORILEGIO
DE “LAS HORAS NATURALES”

Cosmorretrato
“Este que ahora soy, estrictamente,
luego de haber crecido desde el suelo
hasta la blanca altura del pañuelo
cuando borda un adiós cumplidamente.
Este magro corazón luciente
con su edad sin memoria bajo el cielo
con su dolor esquivo, su desvelo
y una sombra de heridas en la frente.
Este que ha caminado sin descanso
por el mar tempestuoso o el remanso
conduciendo su propia travesía.
Este que de vivir va muriendo
a pesar de todo ello sigue siendo
nada más que un hombre todavía”.

Lo que ignoran los suicidas
De tal manera está hecha la vida
que una brizna de luz puede matarla;
la más leve presión encadenarla,
y un aroma dejarla mal herida.

Agónica y fatal -desde nacida-
puede un dolor, no obstante, modelarla,
conferirle belleza en acto y parla,
toda muerte dejando trascendida.

Mas nadie llega a tal aventuranza
si antes no la ha perdido paso a paso
junto con el amor y la esperanza.

Porque la vida suele, de rechazo
unir lo fugitivo de la danza
con lenta agonía del ocaso.

Loa del panadero
Llegaba puntualmente con la tarde
para encenderle el corazón al horno,
con la leña partida de sus brazos
y el fósforo tenaz de su mirada.

Era madrugador de nacimiento:
vino al mundo anunciado por los gallos.
Su estatura crecía con la aurora
como el calor del horno con el fuego.

A los quince años conoció mujer.
A los dieciocho lo llevó el ejército.
Salió de allí con ganas de hornear
a todos los gendarmes que encontraba.

Sus huesos eran flor de harina sólida.
Su sangre levadura bien batida.
Cuando hablaba de amores o política
bizcochuelos verbales le salían.

Al horno conocía como a su alma.
Los dos eran fogosos y porfiados.
Pero por dentro bien sabían ambos
dar buen sabor a la amistad y al pan.

Cuando amasaba se ponía en trance
de quien hace el amor a una doncella:
suspiraba, rezaba, tarareaba
dando a la masa formas de mujer.

El horno respondía a sus empeños:
jamás lo traicionó quemando panes.
Fue cabal en el peso y la medida.
Nunca se equivocó en agua o sal.

Pero el fuego le fue minando el alma.
A través de los poros ganó el cuerpo.
Corrió como mercurio por las venas
hasta encenderle todo el corazón.

Y una mañana, sin que el sol lo viera,
madrugador de nacimiento y muerte,
se fue del mundo para hornear estrellas
en las panaderías de las nubes.

Sus cenizas dan nombre a este canto.

Himno de Chiclayo
CORO
Nuestra heroica ciudad de Chiclayo
Hija ilustre del Lago Naylamp
Vive alerta de pie como un rayo
Siempre al lado de la Libertad
ESTROFAS
Desde el aire Quiñónez Gonzáles
Le confiere el perfil de la luz
Por las olas de Elías Aguirre
Le conecta con todo el Perú
Y José Leonardo Ortiz clama
Con su verbo potente y viril
Es Chiclayo piloto del norte
Y el futuro de nuestro país
Es Chiclayo piloto del norte
Y el futuro de nuestro país.


*Escritor. Docente. Promotor cultural.



jueves, 8 de mayo de 2008

Favorables SIGNOS de Poesía


FAVORABLES "SIGNOS" DE POESÍA

Carlos Bancayán Llontop*

Nuestra región, como sabemos, es pródiga no solamente en hombres de empresa, profesionales y dirigentes. También bullen en ella las inquietudes artísticas, literarias, culturales. Y aunque poco apoyo reciben sus protagonistas de las instituciones rectoras, no dejan de surgir las iniciativas de jóvenes talentosos e inquietos.

Ninguno de los fundadores del grupo literario SIGNOS es chiclayano de nacimiento, más a todos los ha signado su afición por el cultivo de las palabras poéticas. Bajo el influjo favorable de sus lecturas, sus maestros y, principalmente, su propio espíritu reflexivo y metódico, se han señalado como fines implícita la propia creación personal, el propiciar la tolerancia y la libre expresión del pensamiento, el rechazo de todo tipo de violencia y toda forma de discriminación. También los anima el propósito de resguardarse contra los excitantes y las prácticas deletéreas a que son llamados muchos vates contemporáneos.

RONALD CALLE CÓRDOVA. Es de San Ignacio, Cajamarca. Bachiller en Lengua y Literatura. Fue considerado por el Conglomerado Cultural de Lambayeque como el Poeta Revelación del año 2005. Fue ganador del premio A quijotear España que se convocara con motivo de los 400 años del gran libro cervantino, y últimamente ha ganado en los Juegos Florales Municipales del año 2006.
“Mi vida ya se va en esta noche/ sumergida en el crepúsculo de un sueño/ oscilando entre un adiós y un cigarro/ lejos de todos/ hacia mi divina comedia”.

JOSÉ ABAD ASCURRA. Nació en Jaén. Estudia Educación en la U. N. Pedro Ruiz Gallo. Fue ganador del Botón de Oro en el concurso de poesía que realizara el Círculo de Estudios Lingüísticos y Literarios Luis Hernán Ramírez de la FACHSE, en el año 2002.
“Vedla ahí, sonriendo entre dientes/ fingiendo compasión por tu existencia/ humillándote con su silencio de enigma./ La horrenda muerte que no sospecha/ que también a ella/ otro ojo la espía”.

CROMWELL CASTILLO CABREJOS. Es motupano. Tiene estudios de psicología, filosofía e informática. Además de su afición a la poesía se dedica a las artes plásticas y al diseño gráfico. Tiene ya dos poemarios completos y dos en preparación.
“El agua:/ gota, charca,/ río, catarata:/ porción de mar se oculta/ en su costado”.

CÉSAR BOYD BRENIS. Es oriundo de Ferreñafe. Estudia Lengua y Literatura en el alma máter ruigalino. Ha obtenido diferentes premios en su terruño, en el ámbito universitario y también en convocatorias de alcance regional.
El año 2002 publicó el libro Mocedades Poéticas.
“El semáforo cambia para nadie. Y en él se suceden/ todos los posibles pasos que no andan satisfechos./ Después de esta noche, se aguarda el cielo si es que alguien/ lo recuerda entre la nada: lo común/ en lo extraordinario”.

Estos cuatro cultores del estro vienen entregando su poesía en diferentes lugares del entorno. En Piura, Guadalupe, Cajamarca y Trujillo han sido ya escuchados y aplaudidos. Tienen como proyecto próximo la publicación de un libro que reúna su poesía conjunta y sea el adecuado portal hacia el futuro de su vocación literaria.

Ellos son jóvenes. Han de seguir así favorablemente en la fértil tradición cultural lambayecana.

Publicado en la Revista Cultural "Ahora y Siempre"
Edición Nº 21. Diciembre 2006 – Marzo 2007.

*Poeta. Escritor.

Los cuatro SIGNOS en la poesía lambayecana


Nicolás Hidrogo Navarro*


El surgimiento de un grupo o círculo literario es un signo que más de dos personas se han puesto de acuerdo en ir más allá de las individualidades. Un grupo tiene una propuesta más o menos integrada y que comparten ideales estéticos-filosóficos, conservando su identidad y que en nombre de la literatura pueden trazar una ruta por entre las olas borrascosas del mar, por entre el ojo de un vendaval o entre las cumbres peñascosas de las marismas terrestres.

La imagen externa que se tiene del “Grupo Signos”, nacido en las aulas universitarias de la UNPRG-Lambayeque, es que “es un grupo serio, formalito y compacto, parecen los cuatro cuervos del Liverpool, en poesía”. Y es que en los últimos 20 años, surgieron grupos literarios en la región Lambayeque, hoy extinguidos como tal, como “Arboleda”, “Argos”, “NIXA”, “Ubicuos Malditos”, “Javier Heraud”, del cual sólo sobreviven fragmentos aislados e individualizados, mimetizados en nuevas denominaciones.

“Signos” representa la voz plural de una poesía joven, racional, madura, pensada y sustentada en su discurso complementado de argumentos estéticos-literarios de sus autores y una direccionalidad cuatriuno.
Este nuevo texto que abre los fuegos literarios en los 2000, de la nueva poesía joven es cuatro voces en uno y va desde el neosurrealismo de José Abad, pasando por el existencialismo poético de Cromwell Castillo, la poesía vallejiana de Ronald Calle; hasta desatar todas sus implosiones metafóricas, metapoéticas y metafísicas de la prosa poética de César Boyd.

Hay en Boyd un vuelo ebrio de fuegos roturados que transitan por el filo del vórtice literario; en Calle, un humanismo sufriente de destellos sartreanos en un cáliz de besos del Hombre de Santiago de Chuco; en Castillo, una tensión neuronal que marca su huella neuronal; y, en Abad, una cosificación doctrinal y espectral de los espejos borgeanos.

Espiritualidad, eufonía, esteticidad, alegorización y simbolismo, son los cinco troncos que sostienen toda la estructura conceptual de esta pléyade de jóvenes que roturan la poética hasta dejarle verles el tajo supremo y lastimero –metamorfoseado en hidalguía lírica- que en el arte poético se es poeta o simplemente se es un simple versero que articula y artificia poemas sin alma, soso y sin sentido.

Siempre habrá un antes y después de un libro, siempre habrá un antes y después de un círculo, siempre habrá un antes y después de un poeta, un libro, un poema, una lectura. La charlita, la alucinada y las mil y un reuniones sin sentido, pasan. El papel escrito y el libro ruleteando por aquí y por allá, queda. Eres poeta desde tu adentro aunque no publiques un sólo verso: pero te empiezas a hacerte cuando publicas y enajenas tu texto. La poesía es esa fragua que llevas por dentro y de cuando en cuando la atormentas hasta más-turbarlas, para muy eufóricamente decirles ¡chillen, palabras! Signos, hacedores de pasiones: no existe puerta, todo está libre, en calma y contrito, pueblen el éter a punta de versos profanos.

Publicado en el Diario “La industria”
Lambayeque, octubre 18 de 2007.

*Escritor. Docente. Promotor Cultural.

Rememorando la escena artístico-literaria en la Región Lambayeque - 2007


LAMBAYEQUE EN LA CULTURA 2007


Nicolás Hidrogo Navarro*

Hay algo muy estático en la cultura en el Perú: sus políticas y sus gestos de apoyo real de instituciones y de autoridades. Pese a que después de todo balance cultural que se haga por año, lustros, décadas, centurias y milenios, las manifestaciones artísticas siempre salgan resaltadas y florecientes como si todos hubieran aportado y puesto todo su empeño por robustecerlos. Pocos, en el tren de la historia, sabrán contextualizar que ésta pasa tan ignorada como cuando pasamos por un río y sabemos que discurre agua –ora embravecidamente turbia, ora cristalinamente mansa- y decimos ¿…a la cultura…?, ¡ ah, sí,… la cultura!

Lambayeque –las tres provincias: Chiclayo, Ferreñafe y Lambayeque- tiene esa marca de ser todo un emporio comercial y de mucho éxito y prosperidad económica-material, poco a poco desde hace casi medio siglo con énfasis, pero en sentido contrastatorio y regresivo esa suerte de estar desculturizando y casi casi poner a las artes en un buen tacho o rincón trasero de la casa. Las artes –danza, música autóctona, literatura, teatro, pintura, escultura, las cultivadas por estos lares- suelen estar presentes en los aniversarios de las instituciones, como esa suerte de chica que hace su show en una despedida de solteros… y hasta nuevo aniversario. Una parte del arte se ha mercachiflado y algunos hacen grandes aspavientos y llamados desgarradores por convertirlo en un paquete cultural que se compre y venda al mejor postor, aprovechando ese falso mito que en Lambayeque el turismo traerá prosperidad a todos; pero pocos quedan, de aquellos que dicen que el arte ni se alquila ni debe ser una suerte de bufón medieval de entretenimiento de algunos poderosos, sino una expresión que nazca y brote de manera espontánea y natural, como parte inherente del acerbo cultural del, con, y para el pueblo.

MEMORANDO - EL CONTEXTO QUE NO HAY QUE OLVIDAR PARA EVALUAR
En ese contexto de hechos, muy muy quizá cáustico para muchos, se mueve el ambiente cultural, todos corriendo por acá y acullá, todos con uno o varios propósitos: ser fuente económica de sobrevivencia o vendiendo una imagen de exportación para ver si en nombre de la cultura lambayecana alguna fuente cooperante se apunte con algunos dolarillos para seguir incentivándolos o expresando al muy puro estilo del creador libérrimo diciendo lo que es sin callarlo nada –el arte verdadero se presta para ello, porque no se alquila como el disfraz de un arlequín- u otros, la oficialidad pulcra, tratando de justificar sus sueldos y ponderar superlativamente en sus informes, cuentazos de navidad, para alguien que quizá leerá estupefacto en algún sillón encopetado limeño y se sentirá ufanamente satisfecho, ¡ah, sí, que bueno, se hizo y se está promoviendo cultura, por allá en la tierra del arroz con pato y cabrito! ¡Cuántos cuentos chinos puede tener un informe!

UNA MALA NOTICIA: “AL GRUPO CROMOLÍRICOS LOS SACAN DEL TEATRO DOS DE MAYO”
Cobijados por espacio de tres años, (2005-2007) el Grupo Cultural Cromolíricos, que reúne a poetas, pintores, escultores y diletantes, en el local que le pertenece a la Beneficencia Pública de Chiclayo, el glorioso teatro Dos de Mayo, fueron desalojados sin darle alternativa de local donde funcionar. Nadie protestó, nadie reubicó –obviamente el local era prestado y los poetas, pintores y escultores en Chiclayo, no tienen un local fijo donde hacer sus actividades de manera libre y sin condicionamientos-: con esa salida las exposiciones pictóricas y las reuniones de una sector de los artistas en Chiclayo se dispersaron y pasaron a utilizar “los amplios y abiertos salones de la Plazuela Elías Aguirre” o algún café-panadería por allí cercana.

OTRA MALA NOTICIA: “CONGLOMERADO CULTURAL SE SALE DEL INC-LAMBAYEQUE, PORQUE EMPEZARON A HOSTILIZARLOS CERRÁNDOLES LAS PUERTAS DEL AUDITORIO Y OBLIGÁNDOLES A PASAR POR EL BAÑO, CORTESÍA DE LA NUEVA ADMINISTRACIÓN"
En un hecho sin precedentes, el advenimiento de un nuevo director lejos de ser promesa y fortalecimiento e integración y revaloración cultural, empieza a tener su propia revolución mental y burocrática y sus preferencias por su formación de especialidad –ese es el gran mal del INC-Lambayeque desde hace unos veinte años: ingresa un arqueólogo de director, todo es arqueología; ingresa un historiador, todo es historia; ingresa un etnólogo, todo es etnología; ingresa un literario, todo es literatura; ingresa un actor de teatro, todo es teatro, en desmedro de las demás disciplinas, así que intermitentemente cíclicamente cada cierto tiempo un arte tiene su apadrinador y su cúspide de atención- y como los poetas son grandes contestatarios no venden su arte, son librepensadores, se les quiere cuadricular: históricamente los viernes siempre han sido de literatura, de ahora en adelante serán los martes; los grupos no pueden tener reductos al INC para sus tertulias, deben venir, leer e irse a sus casas; todo lo que se quiera leer en el auditorio deben pasar por las manos catónicas y censoras del director “para ver si los poemas no son lesivos al público” y determinar quien lee o no, bueno todo son directivas de Lima y así debe ser. El gran delito de Conglomerado Cultural fue hacer sendas denuncias públicas sobre el mal manejo de los recursos de todos los peruanos contribuyentes: se construyó una casetita de guardianía donde sólo entra el vigilante y su alma, costo S/ 10,000, pero sin embargo no había presupuesto para obsequiarles una limonada a los bailarines de marinera que tantos aplausos arrancan. Un director debe ser alguien que conozca, viva y sienta la problemática lambayecana, la quiera –no finja quererla-, viene un iluminado de Lima y trajo el alucinante cartel “que tenía estudios de post-grado”, como si en la región Lambayeque eso no existiera (a veces creo que los limeños al llegar a Chiclayo, ven a sus pobladores con la carita de cholos tontos, cuando no son sino generosos y amistosos), ni eso garantizó que el INC-Lambayeque hoy fuera un cementerio por las noches y ahora ya nadie puede entrar ni siquiera a los patios porque todo está enrejado y hay que pedir- como lo fue al inicio- cita y explicar para qué quiere enterar al INC. Esto fue una “adiós a la tertulia y punto de encuentro de poetas y artistas en la casa de la cultura que le pertenece a todos”. Si resucitará don Virgilio Dallorsso, para saber que han hecho y quién se ha adueñado de su casa.

La producción de textos en Lambayeque es casi de un texto publicado por cada diez creados –gran cantidad de poemas, cuentos, ensayos, permanecen inéditos por falta de una política editorial y escaso mercado lector para los textos no oficiales de currículo-; en la escala de diez textos, tres son narrativos y siete poéticos.

TEXTOS DESTACADOS PRESENTADOS EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE

a) “Signos”- Poesía 2006-2007
“Signos”, como grupo literario en la región Lambayeque, representa la voz plural de una poesía joven, racional, madura, pensada y sustentada en su discurso complementado de argumentos estéticos-literarios de sus autores y una direccionalidad cuatriuno.

Este nuevo texto que abre los fuegos literarios en los 2000, de la nueva poesía joven es cuatro voces en uno y va desde el neosurrealismo de José Abad, pasando por el existencialismo poético de Cromwell Castillo, la poesía vallejiana de Ronald Calle; hasta desatar todas sus implosiones metafóricas, metapoéticas y metafísicas de la prosa poética de de César Boyd.

Espiritualidad, eufonía, esteticidad, alegorización y simbolismo, son los cinco troncos que sostienen toda la estructura conceptual de esta pléyade de jóvenes que roturan la poética hasta dejarle verles el tajo supremo y lastimero –metamorfoseado en hidalguía lírica- que en el arte poético se es poeta o simplemente se es un simple versero que articula y artificia poemas sin alma, soso y sin sentido.

B) “La zona del miedo” 2da. Edición, de Bruno Buendía Sialer
Empieza a circular en edición de bolsillo la novela de Buendía que representa los conflictos existenciales de sus protagonistas, donde se contraponen los planos de la realidad con la fantasía y se recrea una atmósfera de terror. Buendía, llena el vacío de las novelas creadas y publicadas en la Región Lambayeque.

C) “El amor es más” 4ta. Edición, de Javier Villegas Fernández
Los poemas de amor de Javier Villegas desnudan su temple de poeta neorromántico. Poemas que destilan una sutil carga afectiva, que nos adentran en el alma perdularia de la edad en que los otoños se vuelven primaveras, en que el caldero de la pasión acrisola y sopletea pasiones.

Como el alfarero demiúrgico, en su perfecta soledad orfeica, Javier Villegas reconstruye el mundo onírico de los que aman en el silencio con trémula y epiléptica obsesión, traza su directriz de ilusiones, canta como un bardo sus atribuladas pasiones, dispara su tenso arco y nos llegan los efluvios de la diafanidad, del toque que todo lo puede, de esa espina nerudiana en el torso que nos impulsa a vivir, de ese adorado tomento: el amor.

Con un verso, diáfano, encandilado más de afecto, de palabras simples como el amor mismo, Javier Villegas nos entrega su corazón averiado y fortificado de dolorosas y flamígeras ilusiones.

Javier Villegas hace de los epitafios, acarameladas odas de amor, que cual elegía plañidera nos chisponea de rescoldor. En Javier Villegas el verso se vuelve deleznable, dúctil, con la predominancia del verso corto, entremezcla los heptasílabos, con los tridecasílabos, que cual olas espumosas planea suavemente sobre los sentimientos, el corazón.

D) Notabene, revista literaria, editada por Marcoantonio Paredes
Apuesta por cubrir espacios vitales de cultura viva, por el pensamiento y la reflexión, la creatividad y el decir. Notabene, salió en su primer número y se prepara ya el segundo para el 2008. Son apuestas que merecen todo el apoyo, por la grandeza encarnada en tan poco espacio que existe para respirar y decir, las ideas sin ataduras ni cortapisas.

E) Antología de la poesía ferreñafana
Se presenta un texto antológico de la familia ferreñafana Mesones, por William Smtih Piscoya Chicoma, donde se presenta toda una tradición de un clan familiar de poetas, lo que demuestra con noble certeza y alocución que Ferreñafe es tierra de poetas y bellezas.

F) Jarchas, Nº 03 revista literaria, de la Universidad Señor de Sipán
Recoge artículos literarios y creaciones de su concurso anual interno.

G) Ceterni Nº revista de arte, turismo y entretenimiento dirigido por Paul Muro Lozada
Representa un esfuerzo y una apuesta por la cultura alternativa de la música, el relato de terror en la región Lambayeque. Paul Muro, líder la banda de rock “Violencia”, también genera y cultiva los cuentos de terror.

H) Antología poética Norteña de ternura sensual, por Maritza Guanila Prada
Se edita, presenta y circula la primera antología de poesía erótica, gracias al decidido empuje de la joven editora Maritza Guanila.

I) “Los jardines de iradios” del poeta y pintor chiclayano José Diez
Pepe Diez, radicado en Holanda, retorna a su terruño y se reencuentra con amigos y contertulios trayendo bajo el brazo un poemario, fruto de su madurez. Presentado por el maestro Alfredo José Delgado Bravo, dice de él: “En ese libro impar el autor combina once textos líricos de forma libre con ilustraciones en tinta china. Libro ciertamente impar. Escrito en Europa, durante su permanencia en el viejo continente. Su libro ya es una advertencia estética de algo ciertamente inusual. Su título nos da entender que nos va a hablar de ‘’ la ira de Dios’’ o algo así. Toda una revelación de textos líricos extensos en donde el autor nos revela aspectos ultrarreales o sobrerreales de una mente acosada por la incertidumbre de la realidad sacudida por dos guerras mundiales y sistemas políticos dictatoriales. Esto es, un sentido extrarreal de la vida. Lo que un ser humano es acosado por la ira de un mundo que no cree en el mismo o que no cree que los demás le creen. Algo que va más allá del ultraísmo o superrealismo que aparece en las primeras décadas del siglo XX y se precipita en dos horrorosas guerras mundiales.”

J) “Metáfora Nº 04, 05, 06, 07, 08”, órgano de Conglomerado Cultural
Empieza a circular nuevamente en edición virtual la revista de arte y crítica literaria con un alcance internacional. En ésta se refleja la necesidad de institucionalizar los estudios literarios y la publicación de productos estáticos.

K) “El mentiroso y el hablador” de Julio Carmona
El título del texto de Carmona “El mentiroso y el escribidor”, no sólo es provocador, sino hasta cierto punto confuso y peyorativo a simple vista, porque califica con dos adjetivos semánticamente diferentes entre sí. Para la justificación de mentiroso, se vale de las conceptualizaciones del propio Vargas Llosa de literatura = mentira. Pero, en realidad, una mentira literaria no es lo mismo que una mentira social o política o histórica. Una mentira literaria equivale a una ficción recreadora o fabuladora de licuar realidad con fantasía, y no a una intención de ocultar verdades. Otro aspecto que es menester resaltar es el hecho de tratar de confundir la mentira con el error. La mentira -no literaria- es intencional, hace daño, tergiversa la realidad, adrede, con réditos o beneficios para quien la practica -como no es la mentira literaria, que tiene una intencionalidad, pero estética, ficcionadora.

Esta vez Vargas Llosa es el cazado, bajo lupa ideologizadora y de convicciones antagónicas, entre el autor aludido y el propio Carmona.

L) Entera voz, Nº 01, periódico trimestral, dirigido por Stanley Vega
Se publica un periódico de ideas, sociedad y política que busca hacer un análisis reflexivo de la realidad con artículos del acontecer social y la reflexión analítica, filosófica y educativa. Tiene un alcance macroregioonal.

EN LA PLÁSTICA
Fue el año de Juan Ñañake, quien con sus dos exposiciones “Cantos a los desaparecidos” y “De tintas, huacas y hombres”, dio muestra de gran proyección social y de identidad regional. Sus alegorizados trazados de la violencia y del color local, lo han cimentando como el artista plástico joven más importante de los últimos tiempos en la región norte del Perú.

AUSENCIA SENTIDA
Este año se nos fue el virtuoso bailarín Catalino Reyes, fundador del grupo de danzas “Malambo”, ex miembro del famoso “Perú Negro”, dejando una gran cantidad de jóvenes continuadores de esta tradición. Catalino fue el reflejo del artista abandonado que lo dio todo y murió en el completo olvido de las autoridades, pero no de sus amigos los artistas. Después de una penosa agonía en un hospital local por una enfermedad cancerígena, nos dejó físicamente este moreno con gran talento para el zapateo.

Haciendo el recorrido pareciera que todo y nada a la vez se ha hecho. Quizá cuando se vea poco, es porque caminan solos y publican solos. Si se ve mucho, es porque por encima de las indiferencias, las mezquindades y el abandono, los cierrapuertas, los artistas de la palabra, el color, el movimiento, las líneas, saben que no se puede vivir del arte económicamente, pero sí se puede ser y trascender.

No se puede negar ni ser mezquino que la actual gestión del INC-Lambayeque, ha dado prioridad y énfasis a las presentaciones teatrales, a las bullangas y a los desfiles como efecto propagandístico y con apoyo de la empresa privada, pero sería bueno que así con ese mismo énfasis, en el 2008, se reconcilie con todos los artistas –antes de culminar su mandato en su último año- y le toque a las demás artes, ser, y no ser ignoradas o de relleno como lo fue en este año que se va. Construyamos cultura, pero sin condicionamientos ni avasallamientos de la libertad. El creador necesita libertad absoluta y ninguna celda o mazmorra o encasillamiento en el mundo, puede apresar su imaginación.

Lambayeque, diciembre 20 de 2007.

*Escritor. Docente. Promotor Cultural.