miércoles, 4 de agosto de 2010

Ser o no ser... poeta


Por: Robert Jara
Catedrático de la UCV
Miembro no generacional
del Grupo Literario SIGNOS

¿Quién decide si alguien es o no es poeta? ¿Quién carajo certifica a los poetas? ¿Qué instrumentos, qué criterios se utilizan para tan honorable trabajo? Pregunto esto, debido a que existe tanto, pero tanto poeta que ya tengo mis dudas sobre su real existencia. Pareciera ser que los poetas nacen por generación espontánea, por autoproclamación, por ego, por moda, por status, por cojudeces, etc.

Mi incertidumbre se resume así:

Primero: ¿Cómo saber, con certeza, si se es o no se es poeta?
Segundo: ¿Cómo saber, con certeza, si se es mal poeta o se es buen poeta?
Tercero: ¿Es lo mismo no ser poeta que ser mal poeta?
Cuarto: ¿Si se escribe circunstancialmente poesía se es poeta?
Quinto: ¿Si se escribe siempre mala poesía, se es mal poeta o se es no poeta?
Sexto: ¿Para qué un poeta malo más si un no poeta equivale a lo mismo?

Principio de la certidumbre poética: El que no escribe poesía no es poeta
Principio del poeta implícito: poeta malo, aunque malo, poeta
Principio de equivalencia poética: Un poeta malo equivale a un no poeta.

Todo esto se resolvería si un día a alguien se le diera por inventar un poetómetro. ¿Se imaginan someter a los poetas consagrados al poetómetro? ¿Se imaginan someter al poetómetro a aquellos poetas que se llenan la boca diciendo lo genial poeta que son? ¿Se imaginan las consecuencias que traería este pequeño, pero revolucionario invento? ¿Se imaginan al poetómetro emitiendo un sonidito (tu-tu, por ejemplo) cuando el "poeta" en cuestion realmente resulta que no es poeta? ¿Se imaginan la cantidad de detractores poniendo en tela de juicio el veredicto del inefable poetómetro? ¿Se imaginan...?

Nota: no lo tomen tan en serio; la poesía de vez en cuando sabe (o debe) sonreírse.

2 comentarios:

antonio abad dijo...

Difícil planteamiento el del ser poeta.
Creo que todo depende desde el punto de vista donde se ve el poeta, y desde la perspectiva del lector. Además, los libros son los que quedan, no la forma de ser poeta o el afán de querer serlo.
Saludos , amigo y compañeRO Robert Jara.
Antonio Abad.

Anónimo dijo...

Me parece que quien escribió esta sarta de disparates es alguine muy frustrado con la poesía y que en su vida ha escrito algo que se pueda llamar poesía. no importa quién se llama a sí mismo poeta, eso es basura; lo que importa es el poema, el texto que uno lee y califica si es poético o no; lo demás es sólo anécdota. a no ser que el autor de tanta pregunta torpe, quiera ser llamado poeta sin llegar a dar la talla con lo que escribe.