miércoles, 29 de diciembre de 2010

Homenaje a José Lezama Lima en el centenario de su nacimiento


La Habana, Notimex.- Cuba encadenó los homenajes a José Lezama Lima con motivo del centenario de su nacimiento, y como “un acto de justicia” al escritor, así como un reflejo del interés en su obra generado en las últimas décadas. Se inauguró una muestra plástica en la Casa Museo del autor, ubicada en un céntrico barrio de La Habana, con obras inspiradas en “el espíritu creador lezamiano”. Los tributos han abarcado casi todas las manifestaciones artísticas, y también han existido iniciativas institucionales como la del Ministerio de Cultura de Cuba de otorgar una “Medalla Conmemorativa Centenario de José Lezama Lima” a varias personalidades. “Lo que está ocurriendo es un acto de justicia poética, histórica, patriótica, porque Lezama forma parte de lo mejor de nuestra cultura”, afirmó a Efe el Premio Nacional de Literatura César López, al valorar los homenajes realizados en la isla. “No se trata de rectificar, sino de comprender, superar incomprensiones que sufrió Lezama en vida”, indicó López, tras subrayar que el legado del poeta se extiende por América y “va más allá, al idioma, a la cultura universal”.

La aparición de “Paradiso” en 1966 generó gran polémica en Cuba por sus abiertas referencias homosexuales y en parte provocó que la obra y la figura de Lezama Lima fuesen relegadas durante años. El narrador y ensayista Reynaldo González, quien ha dedicado tres libros a la figura de Lezama, dijo a Efe que la vida del poeta nunca fue fácil, pues antes de la Revolución de 1959 no se le entendió, y posteriormente también sufrió ataques y un “eclipse”.

El también Premio Nacional de Literatura insistió en que, si bien Lezama padeció el mismo “silencio” que otros artistas en Cuba durante la etapa de represión cultural de los años setenta, a partir de los ochenta su figura se “recuperó”. “Las actividades del centenario sólo acentúan una recuperación que desde entonces ha sido sistemática”, opinó González.

Probablemente la acción más importante este año ha sido el inicio de la publicación de las obras completas de Lezama Lima, de las que ya han salido dos tomos bajo la coordinación del Instituto Cubano del Libro, mientras el resto debe aparecer en 2011. Según López, los tomos pendientes en imprenta incluyen la poesía completa, décimas, ensayos y una “versión definitiva” de su novela inacabada “Oppiano Licario”, que se publicó póstumamente en 1977.

Por su parte, el mes pasado el Festival Internacional de Ballet de La Habana organizó una gala en honor a Lezama, mientras la Academia Cubana de la Lengua abrió un ciclo de conferencias por un periodo de tres meses.

Además, en la capital cubana se realizó un coloquio internacional sobre el autor que concluyó con una peregrinación a su tumba y la colocación de una nueva inscripción en su lápida. El presidente de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Miguel Barnet, calificó de “muy intensa” la “jornada lezamiana” en la isla. Según Barnet, los homenajes en Cuba permitieron contrarrestar las “campañas” que desde el exterior, en particular desde Estados Unidos, intentaban tomar a Lezama como “símbolo”. El poeta y etnólogo recordó las “vicisitudes” por las que pasó la obra de Lezama Lima en Cuba, pero insistió en que ahora “está reconocido por todos los escritores y los artistas” del país. Ese reconocimiento se extiende a “una gran parte de los lectores, que poco a poco van penetrando en ese mundo que para algunos era oscuro y hermético, pero que para nosotros es realmente de una iluminación extraordinaria”, añadió Barnet.

Lezama Lima nace el 19 de diciembre de 1910 en el Campamento de Columbia, en las proximidades de La Habana, donde su padre era coronel. Ya en la capital, participa en los alzamientos estudiantiles contra la dictadura de Machado y se matricula en Derecho. Desde 1929 hasta su muerte, vivirá primero con su anciana madre y, más tarde, con su esposa en una casa de la parte vieja de la ciudad, tolerado a duras penas por el régimen, y sólo abandonará la isla durante dos breves estancias en México y Jamaica. Poeta, ensayista y novelista, patriarca invisible de las letras cubanas, desde 1944 hasta 1957. Fundó la revista “Verbum” y estuvo al frente de “Orígenes”, la más importante de las revistas cubanas de literatura. Obeso y asmático desde la infancia, muere en La Habana el 9 de agosto de 1976.

Conocedor profundo de Góngora, Platón, los poetas órficos y los filósofos gnósticos, Lezama compendió su vida en el amor a los libros. Su obra culterana está saturada de claves, enigmas, alusiones, parábolas y alegorías que aluden a una realidad secreta, íntima y, al mismo tiempo, ambigua. Desarrolló una erótica de la escritura, anticipándose, de esta manera, a las corrientes europeas de la estilística estructuralista. Sus ensayos son imaginativos, poéticos, abiertos y constituyen una recreación de textos y visiones. Promotor de revistas y cenáculos, supo congregar en torno suyo a poetas de la talla de Gastón Baquero, Cintio Vitier, Eliseo Diego, Virgilio Piñera y Octavio Smith, entre otros. Su amistad con el poeta y sacerdote español Angel Gaztelú (1914), contribuyó a la formación de su mundo espiritual.

Su primer libro de poemas fue “Muerte de Narciso” (1937), y con él emplaza al lector frente a una situación límite de la realidad de cuyo desmantelamiento surge otra realidad artísticamente potenciada y reconstruida dentro de una fascinante y barroca mitología. Siguen, entre otras obras poéticas, todas influidas por el estilo rico en metáforas y lleno de distorsiones de Góngora, “Enemigo rumor” (1941), “Aventuras sigilosas” (1945), “Dador” (1960) y “Fragmentos a su imán”, publicado póstumamente en 1977, en las que sigue demostrando que la poesía es una aventura arriesgada.

En 1966 publicó la novela “Paradiso”, donde confluye toda su trayectoria poética de carácter barroco, simbólico e iniciático. El protagonista, José Cemí, remite de inmediato al autor en su devenir externo e interno camino de su conversión en poeta. Lo cubano, con sus deformaciones verbales, desempeña un papel fundamental en la obra, como ocurre en su colección de ensayos “La cantidad hechizada” (1970). “Oppiano Licario” es una novela inconclusa, aparecida póstumamente en 1977, que desarrolla la figura del personaje que ya aparecía en Paradiso y de la que toma título. Lezama Lima ha influido inmensamente en numerosos escritores hispanoamericanos y españoles, algunos de los cuales llegaron a considerarle su maestro, como es el caso de Severo Sarduy.

Obras:
Cuento: Cuentos (1987, edición póstuma).
Ensayo: Arístides Fernández (1950) / Analecta del reloj (1953) / La expresión americana (1957) / Tratados en La Habana (1958) / La cantidad hechizada (1970) / Las eras imaginarias (1971) / Imagen y posibilidad (1981, edición póstuma).
Novela: Paradiso (1966) / Oppiano Licario (1977, edición póstuma).
Poesía: Muerte de Narciso (1937) / Enemigo rumor (1941) / Aventuras sigilosas (1945) / La fijeza (1949) / Dador (1960) / Poesías completas (1974) / Fragmentos a su imán (1977, edición póstuma).

Biografía: http://www.cce.ufsc.br

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