jueves, 25 de marzo de 2010

A propósito de ALMA. CUANDO UN CORAZÓN EMIGRA de Roy Dávatoc. Breve elogio a un poeta romántico. Por Héctor Ñaupari / Poemas del autor

Justo cuando parecía que todo estaba perdido para el amor romántico en la poesía, aparece, con vocación y elegancia, el libro de Roy Dávatoc, Alma. Cuando un corazón emigra.

Sus poemas nos revelan lo auditivos que somos los hombres, cuán enamorados podemos estar los poetas, lo poco que nos importa la opinión de todos cuando queremos dar sentido a ese amor.

Mientras la poesía femenina del Perú se descubre sexual y delirante, despojada de los relámpagos sentimentales, en tanto que los demás poetas conviven – también como ellas – en el sarcasmo, el cinismo y la superchería, Roy Dávatoc aparece recuperando lo esencial de la poesía.

Sus textos insisten en dejarme una esperanza que creí moribunda: la de dedicar el poema a una mujer, la de no abandonarse ni a la soledad ni al desconsuelo, la de ser el idilio.

Dávatoc es la voz puntual sobre las rocas del realismo poético que no seduce ni inspira, y, a la usanza de los juglares antiguos, dedica sus textos a la joven que ama.

Ella es el ave nocturna; las mil navajas blancas, bellas y diminutas; a Denisse suspende su corazón, y se hacen sus labios nupciales para amarla. La llama, vuelve a ella, le pide recitar su poema, cuando sus manos cedan refugio al desconsuelo, es decir, cuando ya nada importe.

Dávatoc es, para su amada inspiradora, la noche de gélidas golondrinas, un tribunal de paredes que la detiene, el agua o el aire prolongado que la cobija y la besa.

Por eso, emocionado intensamente por la aparición de este poemario, hago míos los últimos versos de uno de sus textos, y que resumen su pasión: se quedan contigo mi alma / mi voz / y mi palabra.

Santiago de Surco, 25 de febrero de 2010.

Algunos poemas de ALMA…

Denisse
Denisse,
trémula fuente gravitando,
andas de puntillas sobre el mar negro de mi pecho

Tu aliento
una nube de plomo
crece al centro de la cabeza
en telarañas duras y crispadas.

Me dejas sin zapatos, sin camisa,
……………..con las manos abiertas
………………………y soledad rojo bermellón,
azul fondeado en un vaso.

Denisse,
cuando yo andaba sin sentido,
en las calles, los kioscos;
eras escollos en esa marea que me freía el cerebro.
Luz y vuelo pulsando las formas frente a los ojos

Denisse ven,
ve,
has tus manos cuencos,
trampas donde detener esta carrera
de pies de arena que es la vida

Y el destino… -el destino inmóvil
que siento como un golpe seco
de una cabeza contra una ventana que no cede-,
son las manos ansiosas cavando pozos,
atrapadas en nudos de árbol,

……………..la sangre,
……………..la luz del sol sobre los ojos cerrados.

Petición
Amor
cuando el sol me escupa al silencio
y me aborrezca tu luz

cuando mis manos
cedan refugio al desconsuelo

precisamente ahí
cuando sientas que la tarde te acosa el afán
quiero que leas este poema:

a quien esté triste o al enojado,
al que llora y al que sufre,
a la madre cansada de la lucha,
al niño que corre libre
en los campos de Chincha
tostándose la piel,
buscando la esperanza
como nosotros al pie del abismo
y también a tu reflejo en una taza de café

Quiero que muchos ojos recen tu palabra
y estrechen la alegría de fecundar
al titán abatido
que queda de nuestra devoción

Quiero aguzar la memoria
Denisse
al alcance de tu imagen:
mi pequeña semejanza.

Alma
Se hacía el milagro
y Dios olvidó parpadear esa tarde
de revoluciones constantes
cuando latíamos en un solo pecho

Éramos hermosos
o por lo menos tú
que siempre me amaste sin escatimar ensueños

Éramos pequeños e inocentes
luchando constantemente por amarnos;

y fuimos esa tarde
transeúntes de nuestros cuerpos
y como raíces hinchadas de nervios nos atamos

Éramos fecundación en silencio
y nos incendiábamos como pequeñas brasas
mientras lloraban los autos
en el tránsito insano de la sombra

y afuera una selva de cemento
devoraba otras almas.

Esa tarde juntamos el corazón
…………como siempre
serenándonos con la lluvia.

De CONFESIONES PARA RAZIEL, poemario inédito

V
VIENEN los perros
viene la liebre
y se para de golpe la carrera
viene la vida lenta
la raíz y la sangre

viene Dios que cuando está solo
desde su tristeza
se imagina la noche.

XVII
DIOS ve parte y acomoda
se abre por el tronco
en estrellas
vigas
torres
arcas llenas de grano
pulsa cuerdas de piel
de agua
ojos
rutas de parvada
nubes
ramas como dedos rotos de una mano

igual que un pensamiento puro
crece en una casa acodada
a las copas del cielo
entre árboles de humarada

la flor amarilla
el hombre
la mariposa negra y el río furioso
lo desatan.

De COMO EL SOL Y UN PÁJARO, poemario inédito

Pélagos


I
LIBÉ la tragedia de la brisa y
tus pocos gramos de guerra contra la marea;
y es que no hay un hilo
para remendar donde el mar se entrelaza al vuelo,
no hay dolor que no se apague en tierra.

Y los pensamientos
-que sólo son tristezas
que no alcanzan a concretarse-
se vuelven una solo agitación
de pecho.

III
Tengo todas las IMPRESIONES tristes
en el mar que pega en el Perú,
volitar hacia ninguna parte
y la sangre soterrada en sal.

Tengo
todas las impresiones tristes
en este mar que pega
en el Perú

y el diablo chapalea
en el corazón marino.

Todas las impresiones tristes,
los ojos de Homero
y el sol ciego
golpeando con el mar
……………………........el
…………………………......Perú.

********

LA TARDE se posa sobre Lima
cómo una sábana de mariposas negras,
la gente, los animales, la cosas;
cae silenciosa, cae tímida en esencia;
cae con nostalgias y crepúsculos,
nos reviste la sombra
y en sustancia es muy triste.

Nos cae a las manos nacidas en sangre,
nos cae al alma crecida en ausencia ,
doliéndonos los huesos
y en suma resolución
la tarde es muy triste;
y casi todo –¡Dios!- por completo es triste.

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